La pandemia trajo más pobreza al mundo y nuestro continente no es la excepción a la regla. Así lo demostró el más reciente reporte del Banco Mundial, en el cual se estimó que en América Latina y el Caribe la cantidad de personas que para 2021 pueden estar en una situación de pobreza extrema, es decir vivir con menos de 1,9 dólares por día, es de 29,1 millones, el 4,5 % de la población.
Sin embargo, este es solo uno de los escenarios que plantea la organización en su Informe sobre pobreza y prosperidad compartida. En la otra estimación, la optimista, lo que se prevé es que la tasa de pobreza extrema será de 4,1 % para 2021, es decir 27,1 millones de los habitantes de esta parte del mundo.
Según Carlos Sepúlveda, decano de Economía de la Universidad del Rosario, “esta pandemia lleva a choques fuertes de oferta y demanda debido a las medidas de contención. El hecho de generar aislamiento social estricto provoca una suspensión de actividades productivas que generan disminución de ingresos generalizados en salarios y despidos. En Colombia, muchos trabajadores pueden pasar de formales a informales”.
Antes de que llegara el virus, las estimaciones del Banco Mundial apuntaban a que en la región solamente habría 3,6 % de los habitantes en condición de pobreza extrema, es decir 23,3 millones de personas. Pero con el covid-19, la economía tuvo un retroceso de manera generalizada.
Esto, teniendo en cuenta que a partir de este nuevo contexto se ha previsto una caída del Producto Interno Bruto (PIB) regional de 9,1 %, de acuerdo con el más reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
“El proceso de recuperación de la actividad económica a sus niveles precrisis será más lento que lo observado en la crisis subprime (de 2007-2008)”, comentó Alicia Bárcena, secretaria general de la entidad (Ver Paréntesis).
De cara al cambio, Bill Clinton, expresidente de Estados Unidos, expresó en el Colombia Investment Summit que hay inversión interesante por hacer en el país, incluso en la actual coyuntura, y resaltó el agro, llevado a las exportaciones de alta calidad, como un mecanismo para asegurar recursos incluso para la población más vulnerable.