Este es el primer año en el que el billete de 2.000 pesos ha pasado a valer menos de 50 centavos de dólar estadounidense. Por ejemplo, teniendo en cuenta la Tasa Representativa del Mercado que rige para hoy, un dólar equivale a 4.020,94 pesos, según la Superintendencia Financiera.
Ante realidades económicas difíciles, países de América Latina como Ecuador, El Salvador o Panamá han decidido dejar de utilizar su moneda para comenzar a hacer circular dólares en el país, medida que, para el caso colombiano, fue planteada el año pasado cuando la divisa alcanzaba apenas valores superiores a los 3.300 pesos.
El planteamiento del profesor de la Universidad John Hopkins, Steve Hanke, hecho a manera de columna en Forbes, se basaba en que para entonces nuestra moneda había perdido 7 % mensual y 20 % anual para ese entonces (agosto de 2019) y exponía casos como el de Panamá, en el que la dolarización llevó a controlar indicadores como el de la inflación.
En los últimos doce meses, la divisa norteamericana pasó de costar 3.177,94 pesos, visto el 24 de abril del año pasado, a los 4.020,94 que regirán hoy, lo que representa un incremento de 26 % en el fortalecimiento del dólar (ver Gráfico).
No conviene
Sin embargo, apuntó Ramón Javier Mesa, profesor de la Universidad de Antioquia, estas medidas de dejar a un lado la moneda se toman cuando se da una combinación de tres factores, más allá de la pérdida de poder adquisitivo: hiperinflación, un déficit fiscal difícil de controlar y un déficit en cuenta corriente que se encuentre bajo el mismo escenario.
“Colombia ha conservado el valor de su moneda durante casi 100 años. Eso indica que conserva la estabilidad. La inflación que tenemos es de un dígito. Dolarizar de manera formal no tiene mucho sentido porque eso sería perder la política monetaria”, concluyó el experto.
Así mismo, el excodirector del Banco de la República, José Antonio Ocampo, calificó este camino como “garrafal”. El motivo de este adjetivo es que se perdería la política monetaria y por ello “las medidas que ha tomado el Banco de la República para proveer liquidez no serían viables en una economía dolarizada”.
Además, Ocampo manifestó que en este momento la pérdida de poder adquisitivo del peso está teniendo algunas consecuencias positivas para la economía nacional y el equilibrio en el comercio. “Es conveniente porque ayuda a diversificar las exportaciones y a contraer importaciones cuando tenemos un déficit comercial tan grande”, comentó el experto.
26 %
ha incrementado su valor el dólar frente al peso colombiano en un año.