El presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Calixto Ortega, anunció esta semana que la economía de ese país ha crecido dos dígitos durante el último año, con lo que el ente emisor rompió el silencio que mantenía sobre este tema desde 2019.
La actividad económica de Venezuela creció 14,65% y 19,07% en el tercer y cuarto trimestre de 2021, respectivamente, mientras que la mejora en los primeros tres meses de 2022 fue de 17,04% y entre abril y junio fue, aún como cálculo estimado, de 18,7%.
“Tenemos suficientes razones para ser optimistas en lo que queda de año 2022 y el próximo año”, dijo el funcionario en un acto con empresarios que estuvo encabezado por el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Ortega aseguró que el BCV ha fortalecido la política fiscal, cambiaria y monetaria y ha avanzado en los “principales objetivos” en materia económica, entre los que mencionó la estabilización de la inflación y “entrar con fuerza” en la fase de crecimiento.
“Ha sido un momento inédito (...) hemos aprendido mucho”, expresó, tras prometer que, para los próximos días, la actualización de la información sobre el producto interno bruto (PIB) se verá en la página web del banco.
El BCV no reporta el comportamiento de la actividad económica desde el primer trimestre de 2019, por lo que, con la información ofrecida este martes, aún quedan por conocer los datos del segundo, tercer y cuatro trimestre de 2019, todo el año 2020 y los primeros dos trimestres de 2021.
Maduro aplaudió los datos presentados por Ortega y vaticinó que el país alcanzará una inflación anual de un dígito entre 2023 y 2024, pese a que ha acumulado hasta julio de este año un alza de 48,4 %.
Venezuela salió en diciembre pasado de una hiperinflación en la que entró en 2017 y que, por cuatro años, redujo el valor del bolívar, la moneda oficial, así como la confianza de los ciudadanos en ella, por lo que adoptaron de manera no oficial el dólar en un intento de proteger sus ingresos.
Además, el país petrolero registró una contracción económica consecutiva entre 2014 y 2019, lo que redujo a menos de la mitad el tamaño de su poder financiero y productivo.
Las dudas
Por su parte, el opositor Juan Guaidó negó que la actividad económica de Venezuela haya crecido, luego de que el Gobierno reportó un año de mejora en esta materia y de que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) proyectó en 10 % el crecimiento del país para este año.
“En Venezuela lo único que crece es la desigualdad. Las sanciones obligaron a la dictadura a permitir zonas de distensión económica o burbujas, donde mafias y tribus sacan ventaja y donde la mayoría del país no tiene acceso”, dice un mensaje publicado por el antichavista en su cuenta de Twitter.
El exdiputado compartió, en la misma red social, un video en el que se escucha al presidente venezolano, Nicolás Maduro, hablar de varios indicadores económicos que, según información oficial, han mejorado en el último trienio.
“No hay hiperinflación inducida, no hay ataque, no hay crecimiento económico, no hay producción de alimentos, no hay producción petrolera, no hay producción de gasolina, no hay producción petroquímica, no hay producción de textiles, no hay producción industrial”, se lee en el audiovisual, a modo de respuesta al discurso de Maduro.
Guaidó reiteró que el Ejecutivo “miente al país”, que la recuperación “vendrá con democracia y garantías” y que Venezuela “necesita un cambio de verdad”, contradiciendo así, incluso, los datos de la Cepal y de expertos del país que avalan la mejora con cifras
Otros datos
A su turno, la medición del Observatorio Venezolano de Finanzas, usando el Indicador Mensual de Actividad Económica, señaló que durante el primer semestre de 2022, la actividad económica registró un aumento anualizado de 12,3%. En referencia al segundo trimestre de 2022, el incremento se situó en 16,6%, explicada fundamentalmente por el alza de la producción petrolera, el mayor gasto del Gobierno y el final de la hiperinflación.
Se trata de un crecimiento modesto si se toma en consideración las grandes declinaciones de la producción de bienes y servicios ocurrida en 2019 y 2020, anotó el Observatorio.
Con relación al segundo trimestre de 2022, vale mencionar el ascenso de la producción petrolera en 36,3% al estabilizarse los barriles producidos en el orden de los 700.000 diarios. Ello sugiere la pérdida de capacidad multiplicadora del petróleo sobre el resto de la economía. Por su parte, la cartera de crédito, básicamente al consumo, tuvo un modesto repunte de 21%, si se toma en cuenta las significativas caídas que esta variable venía mostrando. Igualmente, el Gobierno amplió de manera apreciable sus erogaciones, principalmente en gasto corriente.
Conviene señalar que la economía venezolana mantuvo 27 trimestres consecutivos de una caída que comenzó en el cuarto trimestre de 2014 y finalizó el tercer trimestre de 2021. Ello ha implicado que al segundo trimestre de 2022 el tamaño de la economía venezolana haya sido apenas el 21% que el que tenía en el segundo trimestre de 2012, por tanto la pérdida de actividad ha sido cuantiosa. Pocas veces se había observado una caída tan intensa y prolongada en una economía en períodos que no estuvieron mediados por un conflicto armado.
“Resulta pertinente destacar que existe un tema estadístico con la información acá comentada. Aunque se trata de variaciones anualizadas, conviene destacar que debido a que la base de comparación es muy baja en virtud de las contracciones previas de la actividad económica, se tiende a magnificar cualquier cambio porcentual de signo positivo”, se lee en el reporte del Observatorio.