El Ministerio de Hacienda dio a conocer el Balance Fiscal del Gobierno Nacional Central (GNC) con corte al primer trimestre de 2024, dejando en evidencia un aumento en el déficit fiscal del país. Entre enero y marzo el saldo en rojo se ubicó en 1,2% del PIB, lo que quiere decir que creció 0,3 puntos porcentuales (pps) en relación con el 0,9% mostrado en el mismo período del 2023.
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En plata blanca, hay que decir que al término de los primeros tres meses el saldo deficitario alcanzó $20,8 millones, que lo ubican muy por encima de los $13,8 billones vistos para la misma parte del 2023.
Si se mira el comportamiento por mes, febrero fue sin duda el que representó un mayor impacto en la caja, ya que se “agregaron” $13,5 billones al déficit fiscal acumulado, lo que da cuenta de una dura situación para las arcas nacionales.
Como recuerda el MinHacienda, esta cuenta corresponde a todos los ingresos y gastos, y teniendo en cuenta el préstamo neto y la deuda flotante, y en resumidas cuentas es clave para saber qué tan endeuda está Colombia y su margen de maniobra para poder invertir en los diferentes sectores económicos vitales para el desarrollo.
Según estableció el Gobierno en el Plan Financiero 2024, la previsión es que para todo este año el déficit fiscal se ubique en el 5,3% del PIB, lo que significaría una subida frente al 4,3% visto al término del 2023.
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Las cuentas no cuadran
Lo que preocupa es que esa cuenta que se hizo unos meses atrás establecía que gracias a los litigios con contribuyentes que se resolverían en favor de la Dian habría ingresos equivalentes a 0,6% del PIB, pero como se ha mencionado, ello dependía de un proyecto de ley que finalmente parece que no verá luz y golpearía aún con más rudeza las finanzas del Estado.
Por lo pronto, las fichas del Ejecutivo están puestas en que la menor evasión producto de una mejor gestión de la Dian le representen ingresos por 0,8% del PIB; que las utilidades del Banrep aporten 0,4% del PIB; y que las medidas de la reforma tributaria de 2022 agreguen un 0,2% más.
Por lo visto hasta el momento será un reto mayúsculo. A la –prácticamente– nulidad de recursos que vendrán por litigios, se agregan otros problemas, como un menor recaudo de la Dian, que entre enero y marzo recogió $67,2 billones, apenas el 21,5% de la meta de todo el año, siendo que a esa altura debería estar en el 23%.
También, que la Corte dejó en firme la decisión con la que anula la medida contemplada en la tributaria del gobierno del presidente Gustavo Petro que no dejaba deducir regalías del impuesto de renta a mineras y petroleras, un hecho que cayó mal en el Gobierno.
Es que según Petro, la decisión acabaría con el sistema de regalías de carbón: “En mi opinión ha llegado a su final. Quizás era mejor adelantar su fin. De $4,5 billones que pagaban las grandes carboneras en impuesto de renta, entre enero y abril de 2023, ahora pagan $1,5 billones. Hoy es más el daño que dejan en las comunidades que el dinero que recibe la Nación”.
Bonilla, por más cupo de deuda
Mientras el panorama parece cada vez más gris, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, se presentó ante Comisiones Terceras en el Congreso para sustentar el proyecto que quiere aumentar el cupo de endeudamiento del Gobierno de US$70.000 millones a cerca de US$87.000 millones.
Según Bonilla, si no se da el visto bueno a la ampliación del techo de la deuda, el país tendría que asumir un déficit de US$1.366 millones para el cierre de 2024.
Entre otras cifras, mencionó que para 2024 y 2025 habrá US$2.346 millones para honrar los compromisos de deuda con el Fondo Monetario Internacional, y además se irán US$188 millones en intereses y US$3.205 en pagar las deudas con la banca multilateral y bonos.
Por ahora las finanzas de Colombia están en la mira de expertos y hasta calificadoras de riesgo y lo cierto es que vienen meses retadores. Inclusive, para el próximo año el anteproyecto de Presupuesto Nacional establece que la plata para invertir tendrá un drástico recorte del orden de $35 billones (bajaría a $70 billones versus 2024), mientras que el monto para atender la deuda contará con un generoso incremento de $29 billones (llegaría a $129 billones).