¿En qué se parecen una cooperativa financiera y la palabra Confiar? Para Oswaldo Gómez, líder de la plataforma solidaria de Confiar, se trata de una marca que sintetiza la esencia del propósito de esta entidad del sector solidario: “Hacer usos del dinero que generen cercanía, más acción y la posibilidad de que las personas cumplan los sueños que han tenido aplazados”.
Y es que la historia de Confiar se remonta a julio de 1972, cuando 33 empleados de la ensambladora Sofasa, en Envigado, transformaron su natillera en una pequeña y prometedora cooperativa de ahorro y crédito.
Hoy, más de cinco décadas después, la cooperativa cuenta con más de 400.000 asociados, 740 trabajadores y 59 oficinas en nueve departamentos del país. Su portafolio abarca productos de ahorro y crédito, programas y servicios sociales, culturales y ambientales, que buscan mejorar la calidad de vida de sus beneficiarios.
En estos tiempos, uno de los proyectos más destacados de Confiar es la financiación de Viviendas de Interés Social (VIS), que ha permitido que más de 32.000 familias colombianas tengan un techo propio. “Confiar en la vivienda y Confiar en la cultura, apellidan lo que es el sentimiento y compromiso de la cooperativa”, afirma Gómez, al resaltar el apoyo a las actividades culturales como otro de los pilares en los que se ha enfocado la entidad.
A pesar de las dificultades económicas que ha enfrentado el país, en términos de alta inflación, elevadas tasas de interés y bajo crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), Confiar ha logrado mantener y aumentar sus captaciones, demostrando el compromiso de sus asociados y ahorradores con la capitalización de la cooperativa. Su patrimonio supera los $340.000 millones, y los aportes sociales han crecido significativamente en los últimos tres años.
Confiar tiene grandes sueños para el futuro, como llegar a más territorios del país, como Quibdó y Montería, y movilizar recursos públicos que beneficien a las comunidades y al sector cooperativo.
“Queremos que el Gobierno Nacional vea que, en el sector cooperativo y en la iniciativa de Confiar, tiene el camino y la oportunidad de llegar a muchos territorios”, dice Gómez, convencido de que su cooperativa es una fuente de esperanza y confianza para los colombianos.
El timonel
En el texto “Confiar una conquista solidaria”, Gómez recuerda que en 1981 por su activismo sindical fue despedido de Sofasa. Luego asumió las riendas de la cooperativa. “Entré en febrero de 1982 y al mes siguiente correspondía hacer la asamblea. Me tocó investigar cómo se hacía, me enteré de que lo fundamental era el balance, pero me tocó enfrentar una situación angustiante: el contador estaba incapacitado. Me tocó fungir de asistente de contaduría para realizar el primer balance. El ejercicio me sirvió como escuela y me brindó un aprendizaje sobre lo que era un activo, un pasivo, el haber y el deber, temas fundamentales para entender la movida de la cooperativa”, relató.
En años venideros la apuesta de Confiar es mantenerse en permanente renovación, logrando que la pintura de este proyecto forjado en 1972 se extienda en el tiempo.