viernes
7 y 9
7 y 9
Con la pandemia, los usuarios se vieron obligados a cambiar sus hábitos de compra. Durante varias fechas de 2020 las restricciones impuestas por el Gobierno dejaron a los colombianos con una sola opción de consumo: adquirir lo necesario por medio de canales digitales.
La compra de productos y servicios por internet, más conocida como comercio electrónico o e-comerce, había sostenido un crecimiento paulatino durante los últimos cinco años, “pero tuvo un incremento inesperado y acelerado durante 2020 gracias a la pandemia”, tal como lo explica BlackSip, compañía especializada en la investigación del e-comerce en Latinoamérica.
Las cifras hablan por sí solas, según explica Álvaro Umaña, gerente de asuntos corporativos de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE); comparado con 2019, el año pasado registró un crecimiento del 31 %, 12 puntos por encima del 19 % reportado durante 2019.
“Con los confinamientos, la gente no podía salir a los puntos de venta físicos y tampoco podía seguir saliendo en los horarios y días a los que estaban acostumbrados; entonces, renunciaron a algunos puntos de venta y quitaron algunos frenos de consumo”, explica Juan Escudero, coordinador de extensión de la Facultad de Ciencias Administrativas de la Universidad CES.
Según Escudero, esos frenos de consumo que los usuarios lograron levantar, relacionados con el temor a ser estafados o a recibir productos diferentes a los ofrecidos, fueron algunos de los avances más importantes durante 2020; y en eso concuerda Umaña, quien además explica que las compras a través de internet tuvieron crecimientos y decrecimientos relacionados directamente con los momentos que se vivían de la pandemia.
Un ejemplo de esto último “es que durante abril y mayo el crecimiento semanal fue del 12 %, incluso superando al de todo 2019, gracias a las cuarentenas que se vivían en ese momento”; y, en contraste, las ventas a través de plataformas digitales tuvieron una caída importante a partir de agosto, cuando los puntos físicos comenzaron a abrir con menos restricciones.
El último informe de la Cámara de Comercio Electrónico, correspondiente al balance de 2020 y las proyecciones de 2021, muestra, por ejemplo, que en julio se alcanzaron más de 21 millones de transacciones de comercio electrónico, mientras que en agosto cayeron a menos de 17 millones.
Pese a ello, la CCCE argumenta, con base en sus estudios, que las dinámicas de consumo han permanecido. “Vamos a empezar a ver más mezclas entre las compras digitales y las presenciales, pero está claro que el comercio electrónico llegó para quedarse”, dice Escudero.
En ese sentido, BlackSip documentó un crecimiento del e-comerce del 200 % en el mundo, del 230 % en América Latina y del 130 % en Colombia, lo que significa que, pese a esos crecimientos notorios, aún quedan tareas por asumir en el país.
“Hay que tener claras las brechas en cada eslabón de la cadena productiva. Una muy marcada es la conexión, tenemos zonas rurales del país que no tendrían la posibilidad de comprar en línea”, ejemplifica Umaña.
Según datos del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, el país registró 7,13 millones de accesos a internet fijo y 29,8 millones de accesos en dispositivos móviles durante el último trimestre de 2020. Lo que sigue siendo poco desde la perspectiva de Umaña si se tiene en cuenta que “muchos de los territorios que aparecen como conectados no tienen la conexión suficiente para realizar una transacción”.
Otro punto clave es la educación para ambas partes. En palabras de Escudero, “se necesita llegar a plataformas que faciliten cada vez más los procesos y educar tanto a los comerciantes como a los usuarios en buenas prácticas de comercio electrónico”.
Por último, los temas de la confianza del consumidor para compras digitales y de pagos contra entrega, son, desde la visión de los especialistas, dos puntos importantes a tener en cuenta para que el comercio alcance 16 % de crecimiento que prevé la CCCE durante 2021