Los colombianos pueden respirar más tranquilos ahora que se tiene más certeza de que la desaceleración de la economía tocó fondo. Y lo hizo con una expansión de 2 % del producto interno bruto (PIB), reveló ayer el Dane, incluso arriba del 1,84 % que esperaban los analistas colombianos, en su conjunto.
El resultado es el más bajo de los últimos siete años, pero el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, sostuvo que ese crecimiento hay que evaluarlo en el contexto complejo que se enfrentó: la cotización del petróleo cayó fuertemente, y el fenómeno de El Niño y el paro camionero causaron impactos negativos en la actividad productiva (ver Informe).
En su cuenta de Twitter, el funcionario destacó que salvo los crecimientos apreciados el año anterior en Perú (3,7 %) y México (2,3 %), Colombia marcó un desempeño mejor al que registraron Chile (1,7 %), Brasil (-3,5 %), Ecuador (-2,3 %) y Argentina (-1,8 %).
Por su parte, el director del Dane, Mauricio Perfetti del Corral, destacó que la entidad redujo el tiempo de entrega de resultados del PIB, pasando de 90 a 52 días. También resaltó que las mediciones ajustaran 17 trimestres consecutivos con crecimiento positivo.
Los subsectores productivos que impulsaron la economía fueron refinación de petróleo (23,2 %) e intermediación financiera (11,1 %), en contraste, extracción de crudo bajó 11,6 % –ver gráficos–.
Con el aumento de 2,0 %, el PIB a 2016 sumó 541.67 billones de pesos. Fue el tercer año consecutivo de una senda de desaceleración de ese indicador. Ahora el mercado espera en 2017 cambie la tendencia y comience a ser más favorable (ver nota anexa).
La banca empujó
Durante el 2016, los servicios financieros crecieron 5,0 % y, según los analistas económicos de Credicorp Capital, se mantuvieron en línea con lo observado durante la última década, es decir en medio de un fuerte crecimiento de la intermediación financiera que en promedio aumentó 8,7 % entre 2005 y 2016.
“Vale la pena señalar que desde 2005, la penetración bancaria en Colombia ha aumentado en 25 puntos porcentuales, a un 47 %. Dicho esto, la intermediación financiera resistió la fuerte desaceleración del crecimiento de los préstamos el año anterior, que pasó de 7,3 % en 2015 a 2,3 % en 2016”, dijo Credicorp.
Cálculos propios con datos Dane confirmaron que la actividad financiera fue motor de la economía: sus 113,08 billones de pesos corresponden al 20,88 % del PIB total, con lo que terminó aportando el 1,004 % del 2 % que en su conjunto creció la economía durante todo el año, es decir más de la mitad.
Servicios, segundo impulso
Aunque en las cuentas del Dane figura la construcción como el sector con el segunda mayor crecimiento en 2016, realmente fueron los servicios sociales, comunales y personales los que le dieron el segundo impulso a la economía colombiana en 2016.
Este grupo que abarca servicios de salud, educación, administración pública, vigilancia, entre otros, produjo 83,56 billones de pesos el año anterior, lo que se tradujo en el 15,43 % del PIB. Así las cosas, de 2 puntos porcentuales que se expandió la economía nacional el año anterior, estas actividades aportaron el 0,34 %.
Del lado del Dane, el desempeño del sector estuvo movido en 2016 por mayor demanda de servicios de educación, domésticos, esparcimiento, cultura, deporte, asistencia social y de salud.
Comercio cedió, no frenó
En años anteriores, la actividad comercial gozó de mejores desempeños, pero el 2016 fue un periodo más agrio que dulce. Para Guillermo Botero, presidente de Fenalco, el crecimiento del sector (1,8 %) estuvo soportado en los servicios de reparación de automotores.
“La gente no reemplazó carros (dólar caro) y prefirió llevarlos al taller para ponerlos bien bonitos. Incluso es lo que dicen los dueños de los concesionarios, que vieron en 2016 un descenso de las ventas”, expresó (ver Causas).
El producto del comercio, sumado a actividades de reparación, restaurantes y hoteles totalizó 66,08 billones de pesos, un aporte de una décima parte en del aumento de 2 % del PIB nacional en 2016.
La construcción afloja
Una contribución similar tuvo la construcción, actividad que observó una divergencia: las construcciones (residenciales, comerciales) marcaron un crecimiento del 6,0 %, mientras que obras civiles (infraestructura) avanzaron sólo 2,4 %, su nivel más bajo desde 2010.
Con todo, no se trata solo de cuál sector crece más, sino que sí aporte a la expansión de la economía nacional .