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El comercio exterior es uno de los sectores a los que, particularmente, más le afectó el aislamiento. Incluso, desde el inicio de la emergencia en Colombia se observaba mercancía acumulada en puertos por la poca disponibilidad de transporte y la incertidumbre frente al virus, además de las propias medidas de confinamiento, según señaló Miguel Espinosa, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional (Fitac).
Esta es solo una de muchas dificultades para este segmento, no solo a nivel nacional, sino mundial, y que por ejemplo llevó a que la semana pasada la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) pronosticara una caída de 23 % en el comercio internacional en la región este año, motivada por los efectos del covid-19.
No obstante, con todos estos nubarrones hay una industria que sobresale: la del agro. Esto lo reflejan los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), según los cuales, aunque las exportaciones de Colombia cayeron 25,3 % en el primer semestre al totalizar 15.164,9 millones de dólares, las ventas agropecuarias fueron las únicas en sobresalir al sumar 3.796,7 millones de dólares, lo que significó un alza de 0,6 % frente al mismo lapso de 2019 (ver Paréntesis).
De hecho, según explicó el ministro de Agricultura, Rodolfo Zea, por medio de un documento, en el lapso de enero a junio las ventas externas de bienes agro no tradicionales observaron un incremento del 10,1 % respecto al año pasado.
“Seguimos avanzando en nuestra meta de diversificar nuestra canasta exportadora. En los primeros seis meses de este año, las ventas en valor de Colombia al exterior en productos como el aguacate, carne bovina, ganado y panela mantienen su protagonismo, con crecimientos que están entre el 30 % y 50 %”, dijo el funcionario en el texto.
Y añadió que, particularmente con aguacate hass, que es una de las cartas de Colombia para ampliar su catálogo de exportaciones, se vendieron 36.333 toneladas a otros países “que equivalen a 72 millones de dólares, lo que significa un crecimiento de 34,1 % en volumen y 36,2 % en valor”.
Y es que la coyuntura propicia un buen momento para elevar la venta de alimentos del país. Así lo consideró Javier Díaz Molina, presidente de Analdex, gremio de los exportadores, al expresar que como la demanda de alimentos no se detiene, Colombia está ante una buena posibilidad de convertirse en una despensa para el mundo.
La apuesta es primordial en el sentido de que al tener un sector externo tan dependiente del petróleo, la incertidumbre golpea con gran fuerza. Prueba de ello es que los bajos precios del crudo registrados en marzo y abril, principalmente, tuvieron alta influencia en la caída de las exportaciones a junio, en tanto que restaron 22,7 puntos porcentuales según el Dane.
El reto ahora es fortalecer el agro, en el que Antioquia, por ejemplo, a corte de abril, era el líder de los departamentos en despachos, gracias a la venta de banano y plátano, tirillas de café y flores, entre otros bienes. Según indicó Zea, ya se abrieron mercados importantes como China, Japón y Arabia Saudita.