Reuters - Kolontár y Devecser, las dos aldeas al oeste de Hungría que el año pasado fueron arrolladas por una marea de lodo tóxico de intenso color rojo recordaron a las diez personas que murieron hace un año por este vertido que contaminó unos 40 kilómetros cuadrados de tierras.
Reuters - Más de un millón de metros cúbicos de lodo altamente tóxico se derramó al mediodía de ese fatídico 4 de octubre de 2010 cuando se rompió una balsa de contención de una cercana fábrica de aluminio.
Reuters - El barro no sólo tiñó de rojo las inmediaciones de estas dos localidades, sino que destruyó cientos de hogares y estuvo a punto de causar una catástrofe medioambiental regional al llegar la contaminación casi a un afluente del río Danubio.
Reuters - Donde tras el vertido no se veía nada más que el lodo rojo, hoy se inauguró un parque conmemorativo, en recuerdo de los daños materiales y las pérdidas de vidas humanas, que fueron llorados por muchos de los participantes.
Reuters - Una de las casas destruidas se conservó tal y como la dejó la "marea roja", como un recuerdo de lo sucedido, en la parte más baja de la aldea, precisamente al lado al parque conmemorativo.
Reuters - Aunque hasta el momento se desconocen las causas exactas de la catástrofe, en septiembre pasado las autoridades húngaras de protección al medioambiente impusieron una multa de 470 millones de euros a la empresa de aluminio MAL, propietaria de la balsa.
Reuters - Muchos de los vecinos de Kolontár perdieron sus tierras y pese a que después del vertido las autoridades planeaban crear plantaciones de pastos energéticos, ahora allí crece maíz, plantado hace poco.