El colegio Héctor Abad Gómez, del centro de Medellín, que hace unos días fue noticia por la ocurrencia de dos hechos violentos que alteraron su cotidianidad, fue este lunes escenario de paz y reconciliación.
Justo en el Día de los Derechos Humanos y la No Violencia, toda la comunidad educativa y funcionarios de la administración distrital participaron en un acto simbólico que buscaba llevar un mensaje positivo hacia la resolución pacífica de los conflictos y la recuperación de la armonía.
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El acto se realizó en horas de la mañana y el punto más emotivo fue cuando unos 400 estudiantes, directivos e invitados hicieron un cordón alrededor de las instalaciones, tomados de las manos, queriendo decir que abrazan la institución.
Adicionalmente, los jóvenes pintaron un grafiti y se desplegó un pendón de 30 metros de largo en el que los jóvenes escribieron frases como: “En la familia se forma, en la escuela se educa”, “Abracémonos entre nosotros”, y otros mensajes pidiendo la paz y abogando por la convivencia pacífica.
Luego, en el resto de la jornada hubo el despliegue de una programación artística, cultural y de memoria de los principios de Héctor Abad Gómez, el defensor de los derechos humanos que le dio nombre a la institución y que fue asesinado el 25 de agosto de 1987 por los paramilitares.
En la conmemoración se hicieron presentes los secretarios de Educación de Medellín, Luis Guillermo Patiño; de Paz y No Violencia, Carlos Arcila; de Inclusión Social y Familia, Sandra Milena Sánchez; de Cultura, Santiago Silva, de Juventud, Juan Felipe Muñoz, y de Seguridad, Manuel Villa, así como el gerente del Centro, Juliana Coral.
De manera simultánea había otros actos conmemorativos del Día de los Derechos Humanos y la No Violencia en la ciudad, pero este tenía un valor especial, pues en días pasados el Héctor Abad Gómez había saltado a la palestra pública por dos hechos lamentables.
El primero fue un accidente sucedido el 13 de agosto, en el que un estudiante salió malherido con un vidrio al caer sobre una cartelera. El menor de edad permaneció varios días en estado crítico en una Unidad de Cuidados Intensivos.
El segundo episodio fue una pelea que se hizo viral en redes sociales, en la que dos alumnos, de 15 años ambos, se enfrentaron con armas blancas, quedando uno también con lesiones de consideración al punto de que tuvo que ser hospitalizado.
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“Este colegio está muy marcado por los hechos recientes y por la capacidad que ha tenido para enfrentar estas situaciones que son inesperadas, que nadie quisiera que se presentaran en el ámbito escolar, porque la escuela es un espacio para la vida, para la resolución inteligente de los conflictos”, expresó el rector, Élkin Osorio.
Osorio informó que el niño de ocho años lesionado en el accidente con la cartelera ya está en casa y aunque sigue incapacitado y realizando terapias para la rehabilitación de un brazo, está también estudiando con acompañamiento.
Del otro incidente, añadió que también el alumno que había resultado lesionado y estuvo ocho días hospitalizado -de ellos seis en cuidados intensivos- también fue dado de alta. Mientras tanto, el agresor, también un adolescente de 15 años, quedó bajo detención domiciliaria.
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Ambos fueron separados de sus actividades académicas dentro del colegio, pero están recibiendo ayuda para que culminen el año a domicilio.
“En un Consejo Directivo determinamos desescolarizarlos; siguen matriculados y tienen trabajo domiciliario. Esperamos que continúen su proceso, pero este año no volverán a la institución porque no hay garantías de respeto a la vida de ellos y a la de los demás”, añadió el rector.
Luego de la riña lamentable y de las consecuencias que desató, ellos y sus familias han tenido además acompañamiento psicosocial, a la vez que en el ámbito del colegio se han dado intervenciones con apoyo de la Alcaldía para que todos saquen un saldo pedagógico de lo ocurrido y aprendan a resolver sus diferencias sin llegar a la agresión.
