La Alcaldía de Medellín acompañó al Fondo de Solidaridad con los Jueces Colombianos (FASOL) y la Asociación Nacional de Funcionarios y Empleados de la Rama Judicial (ASONAL) en el homenaje que se rindió a las víctimas que la violencia ha dejado en el sector judicial.
El tributo inició con la lectura de testimonios de asesinato y desaparición de esposos, padres y hermanos, que fueron funcionarios judiciales, en el marco del conflicto armado. Con esta apertura, se presentó el informe de investigación “En Busca de la Verdad para Transformar el Dolor en Amor”, donde se abordan las victimizaciones a estos servidores entre 1979 y 2019.
A 2020, se registraron legalmente 210 víctimas del sector judicial de Antioquia en el marco del conflicto armado colombiano. Sin embargo, el informe entregado por las familias y entidades participantes hace un llamado a la indagación profunda, puesto que, según sus rastreos, esta cifra es más alta. Este informe es la posibilidad de argumentar sus búsquedas y hacerlas visibles.
“Para el Museo Casa de la Memoria ha sido fundamental acompañar a FASOL y a las familias víctimas, desde nuestra misión de cuidar y visibilizar las memorias de la ciudad y el país en el Museo (...) Acompañamos este homenaje y permanecemos en el compromiso por la memoria como camino hacia la paz”, señaló la directora del Museo Casa de la Memoria, Xamara Mesa Betancur.
“Es muy importante este evento, porque contamos con la posibilidad de decirle a la gente qué pasó con el poder judicial y de qué manera fue revictimizado. También asistimos a la exhibición de un monumento a nuestras víctimas, realizado por uno de los nuestros artistas de la comuna 13, con el cual queremos poner presente cómo ha sido de trágica la situación con el poder judicial colombiano, pero, al mismo tiempo, de qué manera son nuestros sueños, para que exista una justicia más protegida por los poderes del Estado”, afirmó el presidente de FASOL, Antonio Suárez.
La obra plástica, instalada en el complejo judicial José Félix de Restrepo en La Alpujarra, fue construida en barras de acero inoxidable unidas entre sí. Su peso, dureza, rigidez y unidad representa a las personas y organizaciones que, desde hace varios años, luchan y exigen los derechos vulnerados de seres queridos.