Albert Corredor hizo, en la mañana de este jueves, el evento oficial para presentar la lista al Concejo de Medellín, que inscribirá con el movimiento Medellín Nos Une, y ratificó que la concejala Lina García Gañán será la que la encabece. Son 14 mujeres y 7 hombres los que conforman la lista.
Como lo había informado este medio en días pasados y fue revelado por algunos usuarios en redes sociales, se ratificó también a Martha Lina Sánchez Suescún, Juan Pablo Polanco Pérez y Valeria Díaz Robles en los renglones, dos, tres y cuatro, respectivamente.
Varias fuentes contaron que Sánchez Suescún es una de las personas del círculo más cercano de la concejala y que estuvo apoyando su equipo de trabajo en el Concejo de Medellín en el actual periodo. Por su lado, Polanco Pérez ha sido líder comunitario y hoy es CEO de la fundación Puro Territorio, mientras que Díaz Robles, consejera municipal de juventudes, es una de las caras más visibles de la campaña en redes y eventos y vocera del movimiento de Corredor.
El evento no se hizo en espacio público, sino en el Club Medellín, y contó con la participación, principalmente, de los equipos de los distintos candidatos de la lista, así como de la campaña del movimiento.
“Considero que (Lina García) es la mujer con mayor ascendencia política en la actualidad de nuestra ciudad y nuestra región, más que una política por profesión es una luchadora de las causas justas de Medellín”, indicó Corredor al presentar a la cabeza de lista.
Posteriormente, García se tomó la palabra para afirmar que van tras dos o tres curules en el Concejo con la lista que van a presentar, la cual está rodeada de cuestionamientos porque muchos contratistas denunciaron que los pusieron a recoger las firmas para avalarla, tal como sucedió para la candidatura de Corredor a la Alcaldía.
García aseguró ante los asistentes que recogieron 126.000 firmas para inscribir la lista al Concejo e hizo referencia al artículo publicado por EL COLOMBIANO esta semana, en el cual se reflejó la conformación de la lista, pero también las denuncias que contratistas de la Secretaría de Educación no han parado de hacer por las presiones a las que son sometidos para que apoyen la campaña de Corredor y su movimiento.
“Un medio que no quiero nombrar se atrevió a decir que nuestras firmas fueron recogidas de forma irregular, tenemos el corazón tranquilo, no nos van a amilanar con injurias y persecuciones, el estilo de los que no tienen votos es hablar mal del otro”, sostuvo García.
Lo cierto es que estas denuncias no son de unos pocos ni son de candidatos a las próximas elecciones: son los profesionales de distintas áreas de la Secretaría de Educación, psicólogos y auxiliares de los colegios públicos y hasta docentes los que han contado cómo se ha construido esta campaña. “Daniel Quintero le entregó la Secretaría de Educación a Albert Corredor para que la convirtiera en su fortín político”, han dicho en varias oportunidades contratistas de la dependencia.
García también dijo que se siente contenta de estar en un movimiento en el que la respetan y la dejan tener criterio y libre opinión. “Fui matoneada, maltratada, hasta amenazada por pensar distinto en un partido en que no permitieron la expresión de mujeres muy valiosas que combatieron con Albert y yo en esta batalla”, dijo la concejala.
Con ello hizo referencia a los problemas que tuvo con su partido Centro Democrático, con el cual se eligió concejala en 2019, al igual que Corredor. Ambos renunciaron al partido, aunque ella siguió ocupando la curul y él salió del Concejo para aspirar a la Alcaldía. Los dos estuvieron en uno de los dos grupos en los que se dividió la bancada de la colectividad, el que fue señalado de no hacer oposición seria a la administración de Quintero, cuando esa era la directriz del partido.
García le pidió a Corredor que si queda elegido como alcalde cumpliera algunos compromisos: restablecer las relaciones con el empresariado de la ciudad; destinar $1 billón para construir 28.000 soluciones de vivienda; entregar casas a las 3.000 familias que se encuentran en arriendo temporal tras ser desplazadas por obras de infraestructura o desastres naturales; y mejoramiento de barrios y legalización de la vivienda en Medellín. También le pidió que no toque el estadio cincuentenario de fútbol para hacer un centro de eventos.