A través de un comunicado, la Alcaldía de Medellín anunció a última hora que “por motivos técnicos, logísticos y de seguridad”, el Festival Altavoz, el evento que ha sido la casa de los roqueros en Medellín por dos décadas, se trasladaría de la emblemática cancha Cincuentenario, lugar en donde se había llevado a cabo durante los 19 años previos.
En el mensaje enviado por la Alcaldía se informó que el Festival, en su versión número 20, se llevaría a cabo en el Hangar Park del Aeroparque Juan Pablo II, un sitio privado, donde el alquiler por día puede costar hasta $100 millones.
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“Este sábado 9 y el domingo, 10 de diciembre, la edición número 20 de Altavoz Fest tendrá un cambio de lugar. Se moverá del estadio Cincuentenario al Hangar Park del Aeroparque Juan Pablo II, por condiciones técnicas, logísticas y de seguridad. La decisión se toma por solicitud del operador del evento y la Secretaría de Cultura Ciudadana se acoge a ella”, dice el comunicado de la Secretaría de Cultura.
Hay que recordar que el Hangar Park del Juan Pablo es un negocio de la empresa Cyan Eventos, una de las más consentidas de la alcaldía de Daniel Quintero, y en especial de Metroparques. El representante legal de Cyan Eventos, Mauricio Jaramillo, fue uno de los nombres que apareció hace apenas un mes en la lista de investigaciones que está llevando a cabo la Fiscalía por presunta corrupción en Medellín.
Sin embargo, esto no fue impedimento para que desde Metroparques volvieran a pedirle el uso del espacio. Durante esta administración, Cyan Eventos ha recibido más de $50.000 millones de recursos públicos, casi todos a través de Metroparques, una entidad donde se habría, según la veeduría Todos por Medellín, llevado a cabo un carrusel de contratación que incluye incluso la creación de empresas de papel solo para simular que hubo competencia en los procesos de adjudicación de contratos cuando realmente estaban previamente direccionados con el fin de favorecer a algunos privados.
Y es que el negocio de Jaramillo con la carpa en el Aeroparque es redondo. A Metroparques le paga un alquiler de apenas $27 millones de pesos al mes, y a cambio hace eventos por los que cobra hasta $100 millones por día. Como si fuera poco, desde Metroparques le alquilaron el espacio durante cuatro años, hasta el 30 de agosto del 2026.
No obstante, hay que aclarar que Cyan Eventos solo está encargado de alquilar el espacio, mientras la logística y la operación del evento está a cargo de Metroparques y la Secretaría de Cultura de Medellín. Mauricio Jaramillo, a través de su abogado, le dijo a EL COLOMBIANO que aunque desde Metroparques también le ofrecieron el contrato logístico del evento, este no lo aceptó precisamente por los líos judiciales en los que se encuentra la compañía.
En entrevista con EL COLOMBIANO, el director de Altavoz Fest, Felipe Grajales, aseguró que el cambio de locación fue una recomendación que hizo el operador (Metroparques) y se debió a que en el Parque Norte (administrado por Metroparques) debían hacer un mantenimiento de energía y afectaba el evento. “El operador hizo la recomendación de venir a este lugar (el Aeroparque Juan Pablo II), se hizo la visita y sí es un lugar adecuado para tener el festival y sin tener esos riesgos que de pronto podríamos tener allá con temas de energía”.
Es decir, Metroparques le dijo a la secretaría de Cultura que mejor no hicieran el evento en uno de sus parques, el Parque Norte, sino que se lo llevaran para la carpa que le tienen arrendada a un privado por un precio irrisorio.
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Sin embargo, el director de Altavoz dice que hacerlo en el Hangar es más barato que en el Parque Norte, pues allí también había que pagar alquiler.
“No hubo un cambio de presupuesto. Lo manejó Metroparques y eso no le representó ningún incremento al festival”, dijo el director del festival de rock.
Entonces, ¿por qué el gerente de Metroparques, Juan Carlos Gómez, prefirió no recibir la plata que Altavoz estaba dispuesta a pagar por el evento, sino que prefirió que se lo pagaran otro?
Respecto a la capacidad de Parque Norte y el Estado Cincuentenario, en comparación con el Hangar del Aeroparque, Grajales dijo que la nueva ubicación tiene las condiciones para que los asistentes puedan movilizarse sin inconvenientes y no se afecta la capacidad de asistencia.
“Tenemos estimada una asistencia de 50.000 personas como público flotante, que entran y salen, unos llegan por un género y se van y llegan otros, pero tenemos un estimado de 50.000 personas como público flotante”, complementó.
Por su parte, el secretario de Cultura, Álvaro Narváez, se pronunció a través de un comunicado en el que destacó el Aeroparque como un lugar propicio para los grandes eventos de la ciudad.
“En este lugar ya hemos hecho eventos muy importantes: en Feria de Flores, el Festival Nacional de la Trova Ciudad de Medellín. Aquí tenemos una carpa para más de 18.000 personas con un piso adecuado, baños adecuados, donde por primera vez los asistentes y las bandas no van a estar a la intemperie de la lluvia que siempre nos cae en Altavoz. De la misma manera, vamos a tener la carpa auxiliar para más de 5.000 personas, una carpa similar a esta, donde vamos a tener el escenario alterno de Altavoz”, destacó.
“El Hangar Park cuenta con techo para proteger a las personas del sol y del agua. Además, tiene mayor aforo que el estadio Cincuentenario; por tanto, más espectadores podrán disfrutar del espacio, el cual fue diseñado para eventos de este tipo. Asimismo, se garantizarán las condiciones de seguridad y se dispondrán varios accesos para que el público ingrese”, dice el mensaje enviado por la administración.
Queda entonces en el aire la pregunta de cuál fue el motivo verdadero para cambiar la ubicación para llevar a cabo el festival Altavoz, si se trató de un cambio para evitar situaciones climáticas, cuando estamos en pleno verano, si fueron los problemas de electricidad, o si fue que desde la Alcaldía le quisieron dar un último de regalo de fin de año a uno de sus contratistas favoritos.