Con alivio migratorio a venezolanos, Biden comienza a apostar por un cambio

La decisión de Biden de darles protección especial a migrantes revela giro en su política hacia ese país.

Según lo dispuesto por el gobierno de Biden, más de 320 mil venezolanos en Estados Unidos podrán solicitar acceso al TPS. FOTO Getty

Estados Unidos anunció que a partir de este 9 de marzo de 2021, y durante 180 días (hasta el 5 de septiembre de 2021), más de 320 mil migrantes venezolanos podrán solicitar permiso para quedarse legalmente en el país. Se trata del TPS (Estatus de Protección Temporal), una medida a través de la cual podrán acceder a la posibilidad de trabajar y movilizarse sin riesgo a ser deportados. Una decisión que venía siendo impulsada por sectores demócratas y republicanos y que en realidad, más que ser una solución definitiva a la crisis humanitaria, refleja un cambio en el tono del Gobierno Biden con la situación venezolana.

El TPS es un beneficio migratorio que existe en EE.UU. desde 1990 y que cobija a ciudadanos de determinados países. Solo nacionales de Siria, Sudán, Sudán del Sur, Somalia, Nepal, Yemen, Nicaragua, Honduras, Haití, El Salvador, y ahora Venezuela, pueden acceder a él. La elección, según se explica en la página del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos, se da debido a la existencia de “condiciones que pueden evitar que los nacionales regresen de manera segura a su país, o en ciertas circunstancias, en las que el país no puede manejar el regreso de sus nacionales de manera adecuada”, como por ejemplo desastres naturales.

Es un beneficio transitorio que se otorga por un período de 6 a 18 meses, aunque puede, y es generalmente, extendido. Y tiene un costo. La sola inscripción requiere el pago de $US 50. Terminar el proceso implicaría pagar alrededor de $US 545.

“Teniendo en cuenta que el salario básico en Venezuela es de 2.400.000 bolívares soberanos, acceder al TPS costaría cerca de 35 años de trabajo”, hace cuentas Ronal Rodríguez, vocero e investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario. “El solo hecho de que se le pida dinero para el estudio de la solicitud genera una barrera de acceso económico muy grande para una población que se encuentra en condición de movilidad humana”. Sin embargo, la población migrante venezolana en EE.UU. tiene características distintas a la que, por ejemplo, ha llegado a Colombia.

100.000 solicitudes

Según señala la Agencia de la ONU para los refugiados, hay 5,4 millones de migrantes y refugiados venezolanos en el mundo. De ellos, más de 100 mil tienen pendiente su solicitud en EE.UU. “El perfil de los migrantes venezolanos en ese país es diferente. Son en su gran mayoría personas que llegaron vía aérea, con pasaporte y una serie de características socioeconómicas que les ha permitido hacer parte de la sociedad norteamericana”, explica Rodríguez. “La nueva medida lo que da lugar es a que puedan formalizarse, se reconozca su situación, e incluso pueda iniciarse una dinámica en dirección hacia el refugio, no hacia la residencia”, lo que por ejemplo sí permite el Estatuto Temporal de Protección de Colombia.

Aún así, la medida es importante en términos migratorios y representa un cambio respecto al discurso y acción de Donald Trump. El expresidente, si bien se la había jugado por imponer sanciones al régimen de Nicolás Maduro, no había tomado mayores medidas para atajar la crisis humanitaria. Antes de abandonar la Casa Blanca, el pasado 20 de enero, ordenó suspender la deportación de venezolanos durante 18 meses, una medida que seguirá vigente en paralelo con la última decisión de Biden. Pese a eso, el discurso de Trump giró en su gobierno contra la inmigración.

“La de Trump era una política que criminalizaba a toda la inmigración latinoamericana. EE.UU. es un país que marca referentes en todas las naciones del mundo, y que Biden haya tomado esta decisión da ejemplo para que otros países de la región abran un poco más sus canales de protección humanitaria”, señala María Teresa Palacios Sanabria, directora del grupo de investigación en DD.HH. de la Universidad del Rosario.

Vienen matices

La decisión también da pistas sobre la estrategia política de Biden respecto a Venezuela.

“Las sanciones, la estrategia que se ha utilizado para presionar al régimen de Maduro, no han dado el resultado esperado”, señala Rodríguez. Y si bien en un principio EE.UU. dirigió las medidas contra funcionarios del gobierno venezolano, poco a poco las fue ampliando al sistema completo, con sanciones, por ejemplo, a la industria petrolera, que han impactado negativamente el día a día de los venezolanos. Es una realidad que incluso reconoce Michelle Bachelet, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.

Son varias las oportunidades en las que se ha expresado en contra de los paquetes sancionatorios impuestos por EE.UU. y la Unión Europea. En agosto de 2019 señaló estar “profundamente preocupada” por el impacto en los derechos humanos de las personas en Venezuela. “Temo que tengan implicaciones mayores en los derechos a la salud y a la alimentación, en particular en un país donde ya existe una seria situación de escasez de bienes esenciales”.

El escenario de sanciones también ha sido utilizado políticamente por el régimen de Maduro para culpar a la comunidad internacional por la crisis de su economía. “Muchas organizaciones de centro e izquierda cercanas al partido demócrata en EE.UU. están preocupadas por el deterioro de las circunstancias en Venezuela, particularmente porque las sanciones sí han tenido efectos”, afirma Rodríguez.

Si bien Biden amplió el reconocimiento a Juan Guaidó como presidente interino a inicios de febrero, la medida anunciada este lunes reconoce, por primera vez, que la situación en Venezuela no tendrá una solución a corto y mediano plazo. “Bajo la administración Trump se decía que todas las alternativas estaban sobre la mesa y no se atendía la dinámica humanitaria de esta crisis, que es precisamente la movilidad humana”, explica Rodríguez. El expresidente sostenía la idea de que Maduro dejaría el gobierno pronto y los millones de nacionales podrían volver a su país. “Biden envía un mensaje distinto: la página de la dictadura no se va a pasar rápidamente”.

Los cambios que tenga la estrategia política de Biden hacia Venezuela no llegaran de forma inmediata. Los indicios apuntan a que sí habrá una modificación. El presidente estadounidense se ha mostrado dispuesto a negociar con Maduro una transición con elecciones libres, una mesa en la que estaría dispuesto, según citaron medios de ese país en diciembre de 2020, a ofrecer un alivio en las sanciones.

Mientras eso ocurre, las medidas adoptadas por EE.UU y por Colombia son una alternativa para los millones de venezolanos que huyeron de su país. Un camino que es celebrado por el mundo y que sirve de presión para que otros países receptores tomen medidas similares.

180

días de plazo tendrán para aplicar al TPS los venezolanos interesados.