Las hostilidades se intensificaron este domingo entre Israel y grupos armados de la Franja de Gaza, en el segundo día de una escalada de la tensión en la que los disparos de cohetes palestinos y la respuesta del Estado hebreo dejaron cuatro muertos del lado israelí y 23 palestinos fallecidos desde el sábado.
Solo este domingo murieron 19 palestinos, indicó el ministerio de Salud del enclave, sometido a un bloqueo y controlado por el movimiento islamista Hamás.
En esta segunda jornada de tensiones, que hace temer un nuevo conflicto, ninguno de los bandos dio señal alguna de desescalada.
Un periodista de la AFP presente en Gaza dio cuenta de decenas de nuevos disparos de cohetes la noche del domingo contra territorio israelí procedentes de este enclave palestino, atrapado entre Israel, Egipto y el mar Mediterráneo.
Por su parte, el ejército israelí siguió bombardeando sin descanso la Franja de Gaza, apuntando contra objetivos de Hamás y la Yihad Islámica, los dos principales grupos armados del enclave.
“Di la instrucción al ejército de continuar con sus ataques masivos contra elementos terroristas de la Franja de Gaza y ordené reforzar las fuerzas desplegadas a su alrededor, con tanques, artillería y tropas”, dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al principio del consejo semanal de ministros.
El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, declaró la noche del domingo que “es posible un regreso a la calma” si Israel se compromete a mantener un “alto el fuego total”. Si no, se corre el riesgo de “varios ciclos de confrontación”, añadió.
- Eliminación deliberada -
Desde el sábado se dispararon desde Gaza 600 cohetes, de los que 510 alcanzaron el territorio israelí, y 35 cayeron en zonas urbanas, según un recuento del ejército israelí.
Este, por su parte, afirmó haber golpeado más de 320 objetivos de Hamás y la Yihad Islámica en toda la Franja de Gaza, apuntando sobre todo contra talleres de fabricación de cohetes, almacenes de armas, posiciones y bases militares, así como un túnel de la Yihad Islámica hacia Israel.
En la ciudad de Gaza se destruyeron varios edificios que alojaban oficinas de esos dos grupos armados y locales de inteligencia militar y de la seguridad de Hamás. Según Ankara, uno de esos edificios albergaba la oficina de la agencia de prensa turca Anadolu.
De los 19 palestinos muertos este domingo, al menos nueve fueron identificados como combatientes de Hamás y la Yihad Islámica.
Entre ellos figura Hamad al Jodori, presentado por el brazo armado de Hamás como uno de sus comandantes, en tanto que el ejército israelí lo identifica como un responsable de envíos de dinero iraní destinado a Hamás y la Yihad Islámica. El ejército israelí reivindicó abiertamente su eliminación deliberada.
También se contabilizan una mujer embarazada y un bebé de cuatro meses, indicó el ministerio de Salud de Gaza. El ejército israelí rechazó realizar comentarios.
La rama armada de la Yihad Islámica publicó este domingo un video en el que se ve a sus combatientes manipulando cohetes y amenazando emplazamientos clave de Israel, como el aeropuerto de Tel Aviv.
Hamás y la Yihad Islámica indicaron el domingo que sus ramas armadas apuntaron contra un vehículo del ejército israelí con ayuda de un misil antitanques Kornet.
El teniente coronel Jonathan Conricus, portavoz del ejército israelí, afirmó que un misil Kornet impactó contra un vehículo y mató a un civil israelí.
En este contexto Israel anunció el cierre de los pasos fronterizos de Gaza y la veda a la pesca en el litoral del enclave.
Por su parte, el presidente Donald Trump aseguró este domingo el total apoyo de Estados Unidos a Israel. “Una vez más, Israel enfrenta una serie de mortales ataques con cohetes por los grupos terroristas Hamás y Yihad Islámica. Apoyamos a Israel 100% en la defensa de sus ciudadanos”, tuiteó Trump.
- “Desescalada inmediata” -
Este nuevo aumento de la violencia pone en entredicho la frágil tregua alcanzada a finales de marzo entre Israel y Hamás y sus aliados, que libraron tres guerras en el enclave desde 2008.
El alto el fuego negociado en marzo, anunciado por Hamás pero nunca confirmado por Israel, permitió mantener una relativa tranquilidad durante las elecciones legislativas israelíes del 9 de abril.
Pero la situación se degradó durante esta semana. Regresaron los disparos de cohetes y globos incendiarios palestinos, así como las represalias israelíes.
El vecino Egipto, tradicional árbitro entre israelíes y palestinos, así como Naciones Unidas median para intentar reducir la tensión.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió este domingo una “contención máxima” y una “desescalada inmediata”.
El emisario de la ONU encargado del conflicto israelo-palestino, Nickolay Mladenov, instó a “todas las partes a calmar la situación y a regresar al entendimiento de los últimos meses”.
Por su parte, el movimiento libanés Hezbolá condenó “con fuerza la agresión sionista bárbara y continuada”, y denunció en un comunicado “el silencio internacional y árabe”.