viernes
3 y 2
3 y 2
Tal como preveían las diplomacias occidentales y los analistas en general, los talibanes anunciaron este martes un gobierno que incumple las promesas de diversidad e inclusión que dieron tras su ascenso al poder en Afganistán a mediados de agosto pasado. El nuevo gobierno está conformado en su totalidad por integrantes del grupo islamista y no tiene mujeres en su organigrama.
Hasan Akhund, próximo al mulá Omar, fundador del movimiento, será el “ministro jefe” del gobierno que los talibanes tachan desde ya de “interino”, es decir, aparentemente no será definitivo. Hasan es del núcleo duro del grupo y hasta ahora era el jefe del consejo de liderazgo (rahbari shura), un órgano que aconseja a el mulá Hibatullah Akhundzada, líder supremo de los talibanes,
A él lo acompañará como ministro de Interior Sirajuddin Haqqani, el líder de la red Haqqani, una organización que fundó su padre considerada terrorista por EE. UU. y una facción que Washington y las fuerzas de la Otan temieron como una de las más peligrosas durante su presencia en el país. En otra posición de poder, en el ministerio de defensa, estará el mulá Yaqub, hijo del mulá Omar.
“El gobierno no está completo”, precisó el principal portavoz del grupo, Zabihullah Mujahid, durante una rueda de prensa, quien prometió que se “intentará” incorporar a gente de otras regiones del país, una exigencia de los grupos religiosos y etnias que temieron y temen aún por su vida cuando se consolidó el control de los hasta hace poco insurgentes. De hecho, esa es una de las peticiones de los rebeldes del valle de Panshir, que los talibanes dicen haber aplastado pero cuya fuerza dice aún está en pie de batalla.
El gobierno está conformado por otros 20 funcionarios, todos del grupo islámico. El anuncio se da en el marco de importantes acontecimientos en el país, por lo menos tres. Durante este martes los medios locales reportaron la muerte de dos personas que hacían parte de una manifestación en protesta contra los talibanes en Herat, al oeste del país. Son las primeras muertes que se registran de personas civiles contrarias al grupo.
“Estas manifestaciones son ilegales hasta que las oficinas del gobierno no estén abiertas y se hayan proclamado las leyes”, advirtió Zabihullah Mujahid, el principal portavoz de los talibanes, que pidió “a los medios que no cubran” esos eventos. Además, y en una inusual intervención pública, el jefe supremo de los talibanes, Hibatullah Akhundzada invitó al nuevo gobierno a “hacer respetar la sharía” y dijo que el régimen “no tiene problemas con nadie”.
El último hecho importante de esta jornada no sucedió en Afganistán pero si en un país que se muestre amigable con los talibanes, Catar. Allí está de visita oficial el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken. Allí aseguró que “la comunidad internacional espera que los talibanes respeten el compromiso” de dejar salir del país a los afganos que así lo deseen. 120.000 afganos se ha exiliado de su país desde que el nuevo gobierno se instaló.
Periodista de la Universidad de Antioquia con estudios en escritura de guión de ficción y no ficción.