Kiska, una ballena orca que fue calificada como “la más solitaria del mundo”, falleció en la última semana después de pasar 40 años en cautiverio. El ejemplar vivió la mayor parte de su ciclo vital en una estrecha piscina del complejo de acuarios de MarineLand en Canadá.
“Kiska, la orca, soportó toda una vida de sufrimiento después de que se la robaran a su familia cuando era bebé cerca de Islandia en 1979 y la vendieran a la industria de los acuarios”, denunció la organización Animal Justice.
Los últimos días de la orca fueron tristes. Videos compartidos muestran cómo el animal vivía en un estanque de concreto en aguas que no tenías movimiento. El cetáceo, por su estrés, recurría a golpearse contra las paredes del estanque.
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Cuando Kiska fue arrebatada de su hábitat natural, fue a un estanque de Islandia, allí compartió con una orca llamada Keiko, quien después se convirtió en la protagonista de “Liberen a Willy”.
Posteriormente, la llevaron al complejo de Marineland de Canadá. Allí se reprodujo y alcanzó a tener cinco bebés ballenatos. Todos murieron en edades prematuras por complicaciones de salud. Kiska quedó sola. Fue la última ballena en cautiverio de Canadá.