Un grupo de ciberdelincuentes radicado en Rusia estuvo detrás del ataque que prácticamente paralizó la actividad de la empresa JBS, una de las mayores del mundo en el sector del procesamiento de carne.
En un comunicado, el FBI dijo ayer que se puede atribuir el hackeo al grupo ruso Revil, también conocido como Sodinokibi, y agregó que está “trabajando diligentemente para llevar ante la justicia a los actores de la amenaza”.
La compañía cárnica JBS sufrió un importante ciberataque el pasado fin de semana, el cual generó preocupación por una posible escasez de sus productos, sobre todo en Estados Unidos.
JBS, la segunda mayor empresa del sector en ese país, es responsable de hasta el 20 % de los productos cárnicos procesados en Estados Unidos. Además, el ataque provocó el cierre de operaciones de la compañía en naciones como Canadá y Australia.
Revil es catalogado por el FBI como un de cartel de ciberdelincuentes con capacidad de ataque a nivel mundial.
Por eso, y con base en la información judicial, la Casa Blanca apuntó a Rusia como el responsable último del ciberataque contra JBS, cuya sede central está en Brasil.
Su portavoz adjunta, Karine Jean-Pierre, declaró que el Gobierno estadounidense está en contacto con el Ejecutivo ruso sobre este asunto y le dejó claro que estados responsables no dan refugio a delincuentes del ‘ransomware’.
Los ataques de ‘ransomware’ bloquean sistemas informáticos que no son liberados hasta que compañías o instituciones pagan un rescate a los piratas informáticos.
“Nuestras alianzas con el sector privado son esenciales para responder rápidamente cuando ocurre una infiltración cibernética y brindar apoyo a las víctimas afectadas por nuestros adversarios cibernéticos”, señala el FBI.
Un ciberataque contra alguien es “un ataque a todos nosotros. Alentamos a cualquier entidad que sea víctima de un ciberataque a notificarlo de inmediato al FBI a través de una de nuestras 56 oficinas de campo”, insiste.
El presidente Joe Biden, por su parte, se refirió al tema y dijo no creer que el gobierno del presidente Vladimir Putin está detrás de estos ataques, pero sí le pidió hacer más para impedir que se presenten dado que se está usando su territorio para lanzarlos.
Para el catedrático Rafael Piñeros, de la Universidad Externado, estos ataques exponen las capacidades que existen para transgredir la seguridad de una compañía y para reaccionar a fin de recuperar datos sin sufrir afectación; pero, al no ser un tema de seguridad nacional, no trascienden más allá del ataque.
Y agrega: “Los ataques se consideran una falla de seguridad de las compañías y agencias federales afectadas, y aunque son temas delicados, se manejan en círculos muy cerrados para reparar la afectación y cerrar así el ciclo sin necesidad de ir a otras instancias. Han pasado en cuentas privadas, estatales, comerciales o de servicios y por eso se han solucionado sin llegar a un conflicto mayor entre naciones”