El presidente Joe Biden le ordenó este jueves al equipo jurídico de su gobierno que emprenda una cruzada para defender el derecho al aborto en Texas y, de paso, que se evite cualquier posibilidad de que una medida prohibicionista se extienda hacia otros territorios de Estados Unidos.
La alerta de Biden se da luego de que la Corte Suprema, de mayoría conservadora tras la presidencia de Donald Trump, se negara a bloquear una ley de Texas que prohíbe la interrupción del embarazo después de seis semanas.
Esto, según la Casa Blanca, el mayor revés al derecho al aborto en 50 años.
El pedido explícito de buscar alternativas judiciales se lo extendió Biden al Consejo de Políticas de Género y a la Oficina del Abogado de la Casa Blanca. La orden: “Un esfuerzo gubernamental integral”, en el que estén implicados los departamentos de Justicia y de Salud y Servicios Humanos, para “garantizar que las mujeres en Texas tengan abortos seguros y legales”.
La postura del presidente al respecto también fue abordada por la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en una reunión con medios. Un reportero le preguntó por qué Biden apoya el derecho al aborto y ella respondió: “Él cree que es un derecho de las mujeres, que es el cuerpo de una mujer y su decisión”.
El periodista continuó preguntando “¿Quién cree él, entonces, que debería cuidar al niño no nacido?”, a lo que Psaki respondió: “Él cree que tomar esa decisión depende de la mujer. Sé que usted no ha tenido que enfrentar esas decisiones y nunca ha estado embarazado, pero para las mujeres que han tenido que hacerlo es algo muy difícil”.