Contrario al enigmático caso del Boeing 777 de Malaysia Airlines (MH370), que continúa desaparecido y con la comunidad aeronáutica debatiendo reformas, el Airbus a320 de AirAsia y su siniestrado vuelo (QZ8501), no ha significado un dolor de cabeza similar para los investigadores.
Ya se hallaron partes significativas de la aeronave, como la cola, y, aunque esa sección suscitó ilusión para todos por ser la que contiene las cajas negras del avión, estas no se han encontrado, no al menos mientras este periódico se imprime.
No obstante, el clima de optimismo que rodea la pesquisa se incrementó aún más ayer, dado el hallazgo de posibles señales (o pings) de las cajas negras. Si estas se ubican los investigadores y la comunidad aeronáutica podrán saber qué ocurrió el 28 de diciembre con el avión y las 162 personas a bordo.
“Tenemos nuestros dedos cruzados para que sean las cajas negras. Los buzos deben confirmarlo. Lamentablemente, parece que se han salido de la cola. Pero los buzos necesitan confirmar la posición”, dijo a la prensa mundial el investigador Santoso Sayogo, del Comité Nacional de Seguridad en el Transporte de Indonesia.
Verificar hipótesis
Expertos de la aviación consultados por El Colombiano coincidieron en la importancia de la noticia. El principal motivo es que se podrá determinar las causas que llevaron a los pilotos a solicitar cambio de altura (de 32.000 a 38.000 pies) sobre las 6:24 a.m. hora local, de ese funesto día.
“Ambas cajas negras serán cruciales en este caso, porque la grabadora de datos de vuelo dará señales de qué hizo el avión y como se desempeñaba en ese momento. Por otra parte, la grabadora de voz en cabina dará luces de qué decisiones tomaron los pilotos en base a lo que ocurría en el vuelo”, explicó Carlos Callejas, docente, abogado y controlador aéreo del Aeropuerto Enrique Olaya Herrera.
“En caso de mal tiempo a gran altura, pudo haberse dado congelamiento en alas y afectado la aerodínamica del avión. Este tiene mecanismos de calor y viento para romper el hielo, pero además de esto el piloto puede pedir cambio de nivel o desvíos”, agregó.
Julio Consuegra, instructor de vuelo de la Escuela JEC, y exjefe de Seguridad Aérea de la Aerocivil, coincidió: “La grabadora de voz nos puede mostrar qué pensaban y qué sentían los pilotos al momento del accidente para pedir cambio de altura. Por otra parte la grabadora de datos corroborará si esa decisión que tomaron estuvo acertada o no”.