En una escena que han descrito como milagrosa, un camionero encontró a un bebé de un año en una zanja al borde de la autopista interestatal 10 en Louisiana, Estados Unidos.
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Reginald Walton, el héroe de esta historia, divisó algo a lo lejos mientras conducía a alta velocidad.
“Eso parece un bebé”, pensó mientras reducía la velocidad y se detenía a unos 400 metros de distancia. Al regresar corriendo, su corazonada se confirmó: “Efectivamente, allí había un niño sentado en el terraplén. Cuando me acerqué a él, me sonrió, y luego se levantó, empezó a llorar y caminó hacia mí”.
El bebé, a quien ahora llaman el “bebé milagro”, logró sobrevivir dos días en la intemperie durante la tormenta tropical Beryl, que azotó la región con lluvias torrenciales y fuertes vientos.
Las autoridades creen que el pequeño estuvo allí desde el domingo, soportando las inclemencias del tiempo y que fue abandonado por su madre Aaliyah Jack, de 25 años, por los estragos del huracán Beryl.
“Consideramos a este niño de un año como nuestro bebé milagro, porque seguía vivo”, declaró el alguacil de Calcasieu Parish, Stitch Guillory.
La dramática historia comenzó el lunes por la tarde, cuando el cuerpo del hermano mayor del bebé, de 4 años, fue encontrado flotando en el agua detrás de un área de descanso, justo al otro lado de la frontera con Texas. Las autoridades iniciaron una investigación que reveló que los niños habían sido vistos por última vez con su madre, residente de Lake Charles, Louisiana.
Jack fue detenida en Mississippi y enfrenta cargos de asesinato en segundo grado, crueldad con un menor y no denunciar la desaparición de un niño. Las circunstancias exactas que llevaron a esta tragedia aún no se han esclarecido por completo, pero la madre permanece bajo custodia mientras se lleva a cabo la investigación.
La abuela de los niños, Conswella Jack, quien vivía en Houston, expresó su dolor y confusión ante la situación.
“No sé cómo ocurrió algo así. Solo quiero recuperar a mi nieto”, dijo a CNN. Conswella Jack había estado cuidando a los niños regularmente, permitiendo que su hija los viera cuando quisiera.
La tragedia ha dejado a los estadounidenses conmocionados y buscando respuestas. Mientras tanto, el pequeño bebé está bajo el cuidado del Departamento de Servicios para la Infancia y la Familia de Louisiana, recibiendo la atención que necesita después de su desgarradora experiencia.
Reginald Walton, el camionero que lo encontró, no se considera un héroe. “Solo siento que era la voluntad de Dios para mí estar en el lugar correcto en el momento adecuado”, comentó humildemente.
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Sin embargo, para todos los involucrados, especialmente para la abuela Conswella Jack, su acto de detenerse y rescatar al bebé ha sido un verdadero milagro en medio de la tormenta.
