El pasado 2 de marzo, tras intensos bombardeos y ataques, el ejército ruso conquistó la ciudad ucraniana de Jersón, y como símbolo a su victoria, izó una bandera roja con la hoz y el martillo, antigua bandera de la Unión Soviética.
Otras fotos que le dieron la vuelta al mundo muestran a soldados rusos utilizando en su uniforme la bandera de la Federación de Rusia junto a la de la URSS, y uno de los que registró esas imágenes fue el analista Internacional y director de La Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), Andrei Serbin Pont, quien las hizo públicas en sus redes sociales.
La izada de la bandera y el uso de estas en las insignias militares fue interpretada para algunos de los analistas de guerras, como una señal de que Rusia quería crear un nuevo imperio a imagen y semejanza de la URSS, hecho que también se reflejaría en las declaraciones del presidente Vladimir Putin el 12 de diciembre de 2021, cuando durante una entrevista calificó la caída de la Unión Soviética como una tragedia, y sustentó esto al mostrar el cambio que tuvo su vida laboral tras la debacle de la URSS.
Un ejemplo en el que el presidente ruso sustenta la idea de una reunificación es su experiencia personal retratada en un documental elaborado por Channel One y reproducido por DW en el que se ve que, tras la caída de la URSS y la desaparición de la KGB, tuvo que ganarse la vida como taxista, asumiendo el nuevo cambio económico que tuvo que vivir.
Poner en evidencia esta experiencia personal y las intervenciones militares en Georgia (Abjasia y Osetia del Sur) y Ucrania (Crimea y el Donbass) serían otras de las señales complementarias de un proyecto de reunificación.
Sin embargo, el historiador de la Universidad Nacional, Sebastián Amaya, considera que a pesar de que el partido político de Putin, Rusia Unida, es de ideología ultraconservadora y busca la unión de todos los cristianos ortodoxos bajo un solo gobierno, “no existe un proyecto que busca replicar el modelo socioeconómico soviético”.
Para Amaya, el verdadero interés de Putin es el manejo de zonas de influencia y que los gobiernos de los países fronterizos con Rusia estén alineados con los intereses geopolíticos de Moscú.
Dice el experto que Putin en el principio de la invasión de Ucrania dio a entender a las demás exrepúblicas soviéticas que esta operación sería el principio de un proyecto de reunificación de la URSS, porque señaló que su país tenía el “derecho de invadir” a Ucrania por pertenecer al territorio histórico de Rusia; no obstante, considera que el tema de las insignias y banderas soviéticas utilizadas por el ejército ruso se debe a una decisión libre de sus militares y no apuntaría a un símbolo de la reconstrucción de la estructura estatal soviética.
Para el profesor de Asuntos Globales de la Universidad Eafit, Luis Fernando Vargas-Alzate, la idea del Kremlin va más allá de volver a una estructura y busca “evitar la occidentalización de las exrepúblicas soviéticas, porque los gobiernos de estos países han tratado de participar en procesos diferentes al introducir los estandartes y valores del modelo occidental que garantizan las libertades individuales, políticas y de empresa”, pero no se buscaría la reunificación de la Unión Soviética como tal.