Las imágenes dieron la vuelta al mundo: en la noche de este viernes, en Washington, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, era ingresado al Centro Médico Militar Walter Reed por coronavirus. Todo fue cuestión de horas. En la mañana se confirmó que él y la primera dama, Melania Trump, dieron positivo en una prueba PCR, aunque al comienzo de la madrugada registró síntomas “leves”, según la Casa Blanca. Por esta razón fue trasladado al hospital por “prevención”.
El mandatario tiene 74 años, sobrepeso y fue diagnosticado con complicaciones cardíacas desde 2018, lo que hace que se encuentre entre la población más vulnerable ante la covid. Por ese motivo, este fin de semana Estados Unidos estará en medio de la incertidumbre sobre qué pasará con el presidente-candidato, quien aspira a quedarse con la reelección el 3 de noviembre.
El hombre que lleva las riendas de la principal potencia mundial se prepara desde el hospital para darle un giro a su campaña, la cual se había caracterizado por eventos de hasta 45.000 personas.
A 31 días de los comicios, su equipo anunció que todos los eventos pasarán a ser virtuales o se pospondrán. Esto representa un reto para la campaña ya que, desde el comienzo, la estrategia fue mantener su presencia en la calle y hacer reuniones con sus seguidores. Biden, por el contrario, sí enfocó su estrategia a la virtualidad.
Cambio en la agenda
El contagio de Trump no solo puso en juego su campaña, sino también el segundo debate presidencial previsto para el 15 de octubre. La cuarentena de un enfermo de covid dura mínimo dos semanas, dependiendo de su estado, y, por lo tanto, no se sabe qué sucederá con ese evento.
La Comisión de Debates Presidenciales, que se encarga de organizar y establecer las reglas de estos desde 1987, será la encargada de decidir qué sucederá con este último.
Ya estaba en el ambiente la posibilidad de que Trump no participara. Con los resultados del primer encuentro, que se caracterizó por interrupciones y ataques personales, la organización propuso apagar los micrófonos de los candidatos que violaran las reglas. Estos cambios no le gustaron y dijo que no participaría bajo esas condiciones.
Un estudio de la Universidad de Misuri sobre el papel de los debates en la decisión de los ciudadanos, encontró que estos no afectan de manera significativa la elección de los votantes. De hecho, en 2016, los analistas apuntaron a que él había perdido estos encuentros ante Hillary Clinton y aun así se quedó con la Casa Blanca.
Lo que sigue es esperar el debate de las fórmulas vicepresidenciales, en el que se enfrentarán Mike Pence (republicano) y Kamala Harris (demócrata), programado para el próximo 7 de octubre.