Una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) llega hoy a República Dominicana y posteriormente se trasladará a Haití para ver de cerca la crisis migratoria entre ambos países y elaborar un informe sobre la situación, previendo que el ente discuta salidas a la problemática.
La misión tiene previsto permanecer en tierras dominicanas entre mañana y el sábado, para luego estar en Haití el domingo y lunes. Esta recabará información “sobre el terreno” para, posteriormente, con esos datos sobre la realidad migratoria, desarrollar un informe para entregar al secretario general de la OEA, Luis Almagro.
El grupo de observadores estará encabezado por el secretario de Asuntos Políticos, Francisco Guerrero, acompañado por Gabriel Bidegain, asesor de Almagro en temas humanitarios.
La misión de la OEA llega tras el agravamiento de la crisis migratoria entre ambos países, después de que el canciller haitiano, Lener Renauld, y el embajador de República Dominicana ante la OEA, Pedro Vergés, mantuvieran el miércoles un crispado intercambio de posiciones ante el Consejo Permanente del organismo, en Washington.
Consultado por EL COLOMBIANO, Enrique Serrano, internacionalista y docente de la Universidad del Rosario, se mostró escéptico de que la gestión de la OEA pueda devenir en soluciones.
“Es un asunto muy antiguo de tensiones entre las dos naciones, muy opuestas a pesar de ocupar la misma isla. Justo en la frontera se puede ver la diferencia de una selva muy frondosa en el lado dominicano y un campo devastado en Haití. Por realidades como esta, sumadas a la pobreza y sobrepoblación, los haitianos viven una diáspora constante y desesperada. Es una problemática mucho más aguda de lo que se cree y no se ve una solución a largo plazo”, dijo.
“Ni algunas acciones de la OEA, ni las leyes represivas y de deportación aprobadas por República Dominicana van a resolver este tema. Los haitianos seguirán ideando formas de evadir esos obstáculos, que lo único que hacen es complicarles la vida, pero no a un punto en que se vean forzados a regresar. Es un tema similar a la migración africana en el Mediterráneo, que desconoce leyes o represión frente a las condiciones en los países de origen”, agregó.
Lo cierto es que el canciller haitiano, Renauld, ya pidió a la comunidad mundial que intervenga para evitar una “catástrofe humanitaria” que podría constituir una “amenaza” para una ya deteriorada estabilidad de Haití.