En el corazón de Tuam, una pequeña localidad del oeste de Irlanda, ha comenzado esta semana una excavación tan dolorosa como necesaria: arqueólogos, forenses y antropólogos trabajan en el terreno donde podrían estar enterrados los restos de 796 bebés que murieron entre 1925 y 1961 en el Hogar de St. Mary, un asilo administrado por las Hermanas del Buen Socorro. La operación, que avanza con la meticulosidad de una escena de crimen, representa otro capítulo en el profundo examen de conciencia que realiza Irlanda frente al oscuro legado de los llamados “hogares de madres y bebés”, instituciones marcadas por el abuso, el estigma y la negligencia auspiciada por el rígido control moral de la Iglesia católica.
Durante décadas, estas mujeres solteras y sus hijos fueron silenciados, ocultos del resto de la sociedad, marginados bajo pretextos religiosos y sometidos a condiciones inhumanas. La historia salió a la luz gracias a la persistencia de Catherine Corless, una historiadora aficionada que, con paciencia y determinación, logró identificar el destino de cientos de niños desaparecidos. Desde un hallazgo fortuito de huesos en los años 70 hasta las excavaciones oficiales de hoy, Irlanda intenta ahora ofrecer algo que nunca se les concedió a esos menores: memoria, justicia y un entierro digno.
Se llamaban Kathleen, Mary o Joseph: las primeras exhumaciones de los 796 niños enterrados sin sepultura entre 1925 y 1961 en el hogar religioso de Irlanda comenzó este lunes. Los expertos iniciarán oficialmente la excavación en la antigua fosa séptica del hogar St Mary’s de las hermanas del Buen Socorro en Tuam, al oeste del país, tras sellar a mediados de junio el perímetro. Su objetivo es encontrar, analizar, identificar de ser posible y sepultar dignamente los restos de los niños, muchos de ellos recién nacidos. Estas operaciones, realizadas con la ayuda de expertos de Colombia, España, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos, durarían aproximadamente dos años.
Ya fueron recogidas muestras de ADN de una treintena de familiares, pero el proceso se prolongará durante los próximos meses para reunir el mayor número posible de pruebas genéticas.
El escándalo que hizo tambalear a la Iglesia católica de Irlanda
La búsqueda para sacar del olvido a estos 796 niños comenzó en 2014, cuando la historiadora local, Catherine Corless, descubrió pruebas detalladas que atestiguaban sus muertes en esta residencia. Su investigación, que conmocionó al país y tuvo repercusión mundial, condujo a un macabro descubrimiento: la existencia de una fosa común.
“No había ningún registro de entierros, ni cementerio, ni estatua, ni cruz, absolutamente nada”, relató la especialista, que describió sus décadas de trabajo como una “lucha sin tregua”. “Nadie me escuchaba”, dijo a AFP. “Yo suplicaba: ‘Saquen a estos bebés de estas cloacas, denles el entierro cristiano digno que se les negó’”.
Fue recién en 2021 que una comisión nacional de investigación sobre los maltratos infligidos en estos hogares puso de relieve los “alarmantes” niveles de mortalidad infantil en estas instituciones, donde 9.000 niños fallecieron, según Corless.
Unas 56.000 mujeres solteras y 57.000 niños pasaron por 18 de estos hogares entre 1922 y 1998, según sus investigaciones. En aquella época, las mujeres embarazadas fuera del matrimonio eran encerradas en estos hogares a instancias del Estado irlandés y de la poderosa Iglesia católica.
Allí daban a luz antes de ser separadas de sus hijos, que a menudo eran dados en adopción. “A estos niños se les negó el mínimo derecho humano en vida, al igual que a sus madres, y se los privó de dignidad y respeto en su muerte”, afirmó Anna Corrigan, quien podría tener dos hermanos enterrados en Tuam.
La institución de las hermanas del Buen Socorro fue demolida en 1972 para construir una urbanización. Sin embargo, la fosa séptica permaneció intacta. En 2022, una ley autorizó oficialmente las excavaciones y un año después se designó un equipo para llevarlas a cabo en Tuam. La lentitud del proceso ha sido denunciada en varias ocasiones por familiares de las víctimas. No obstante, Corless se alegra de este avance que “nunca creyó que llegaría”.
Expertos internacionales trabajan en el equipo encargado de exhumar niños en Irlanda
Expertos internacionales, entre ellos de Colombia y España, se unieron al equipo irlandés encargado de las excavaciones en una fosa común donde están enterrados los 796 niños. Originarios de Colombia, España, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos, los expertos trabajan con el equipo irlandés.
El equipo tratará de encontrar, analizar, identificar e inhumar dignamente los restos de los niños. Muestras de ADN fueron recolectadas entre unos treinta familiares, y ese proceso será ampliado en los próximos meses para reunir todas la pruebas genéticas posibles.
Más escándalos en la Iglesia católica en Irlanda
La Iglesia católica en Irlanda se situó desde los años 1980 en el centro de varios escándalos estremecedores, como abusos sexuales, adopciones ilegales o casos de niñas reducidas a esclavas. El entonces papa Francisco se había reunido en 2018 con algunas víctimas en su primera visita a Irlanda.
Curas pederastas
Algunos líderes de la Iglesia católica irlandesa fueron acusados de haber encubierto a cientos de curas sospechosos de haber abusado sexualmente de miles de niños durante varias décadas. Las primeras acusaciones aparecieron en los años 1980, en el inicio de una ola de revelaciones que acabaría siendo mundial. Estas darían lugar a varias investigaciones y a juicios civiles y penales.
“Los abusos sexuales eran endémicos en las instituciones para niños”, estableció una comisión de investigación, encargada por el gobierno, que estudió el periodo entre 1936 y finales de los años 1990. “Las autoridades religiosas sabían”, afirmaron los investigadores, pero “el problema fue tratado con procedimientos disciplinarios internos”.
Adopciones ilegales en Irlanda
En los últimos años, varias investigaciones revelaron el alcance de las prácticas de adopciones ilegales de niños nacidos de mujeres solteras, llevadas a cabo por el Estado irlandés con la complicidad de la Iglesia católica.
Una investigación a una agencia de adopción, la St Patrick’s Guild, administrada por la congregación católica de las Hermanas de la Caridad, estableció en mayo de 2018 que se habían falsificado al menos 126 certificados de nacimiento entre 1946 y 1969, y se hacía figurar en ellos a los padres adoptivos de los niños como sus padres biológicos.
El ex primer ministro, Leo Varadkar, pidió disculpas en nombre del Estado irlandés y consideró que estas revelaciones constituían “un nuevo capítulo oscuro de la historia del país”. La agencia en cuestión cesó sus actividades en 2014. Pero según la oenegé de defensa de los niños Barnardo’s, todas las agencias de adopción en Irlanda estuvieron implicadas en prácticas ilegales similares. Su director defendió que se investiguen al menos 150.000 adopciones, de las cuales consideró que un 10% eran ilegales.
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