El Congreso de Chile ratificó este martes la adhesión del país suramericano al acuerdo de Escazú, tratado regional que entró en vigor en 2021 y que impulsa la defensa de los ambientalistas, los derechos medioambientales y de los pueblos indígenas de América Latina.
Con 31 votos a favor, tres en contra y 11 abstenciones, el Senado dio luz verde para este acuerdo que garantiza el acceso a la información y a la justicia, así como la participación pública en asuntos ambientales de América Latina y el Caribe, suscrito ya por 25 países y ratificado por 13, incluido Chile.
El progresista Gabriel Boric, actual presidente del país, había solicitado en marzo que se debatiera la suscripción con urgencia y fue la primera iniciativa que su gobierno envió al legislativo para que fuera ratificado.
“Desde América Latina y el Caribe estamos hablando al mundo. Ustedes, luchadores y luchadoras por el medio ambiente, luchadores y luchadoras por la vida, nos han enseñado a perseverar”, dijo Boric en marzo tras firmar el Acuerdo de Escazú, cuando apenas aterrizaba en su cargo, por lo que recalcó que este acto era un compromiso ya cumplido de su campaña electoral.