El saliente primer ministro británico David Cameron fue recibido el martes con irritación, lástima y desdén por parte de líderes y legisladores de la Unión Europea (UE), que lo presionaron para una rápida salida del bloque, tras el referendo de la semana pasada.
Poco antes de que llegara a Bruselas para una cumbre dominada por el “Brexit”, el Parlamento Europeo adoptó una resolución no vinculante en la que insta a Londres a activar la cláusula de salida voluntaria de la UE, lo más rápido posible. Eso daría paso a negociaciones sobre los términos de la separación con un plazo de dos años para concluirla.
Cameron, quien anunció su intención de renunciar luego de un referendo que dejó al Reino Unido con un futuro incierto, pidió un divorcio “constructivo”.
“El Reino Unido dejará la Unión Europea, pero quiero que ese proceso sea lo más constructivo posible y espero que el resultado sea lo más constructivo posible”, dijo a periodistas.
“Estos países son nuestros vecinos, nuestros amigos, nuestros aliados, nuestros socios. Y espero que busquemos la relación más cercana posible en términos de comercio y cooperación y seguridad, porque eso es bueno para nosotros y es bueno para ellos”, añadió Cameron, sin responder preguntas.
El primer ministro se mezcló con otros líderes de la UE, mientras comenzaba la cumbre, conversando cordialmente con la canciller alemana, Ángela Merkel, y el primer ministro sueco.
Merkel, la líder más poderosa de Europa, dijo que continuaría considerando al Reino Unido como “un amigo y socio”, pero enfatizó que no habrá negociaciones formales o informales hasta que el país presente su pedido oficial de salida. También dejó en claro que Gran Bretaña no mantendrá el acceso al mercado único, a menos de que acepte ciertos principio s de la UE y obligaciones, como el libre tránsito de personas.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, cuyo país tiene la presidencia rotativa de la UE, dijo que el Reino Unido estaba desordenado, tras la impactante votación y se le debería dar tiempo para recuperarse.
Por su parte, el presidente francés, Francois Hollande, que pidió una salida rápida y ordenada, señaló el daño económico que la votación ya estaba causando en el Reino Unido. “Cuando uno ve el estado del Reino Unido hoy (...) no puede evitar pensar que estar en la UE es una bendición”, afirmó.
El jefe del Gobierno belga, Charles Michel, pidió a Cameron “claridad sobre las intenciones del Reino Unido” e “iniciar rápido la negociación”.
“No acepto estar sometidos a un chantaje infinito del Reino Unido”, indicó, y también rechazó “que haya un doble juego, un folletín que dure meses y bloquee el proyecto europeo”.
“Esto no es Facebook, donde se puede definir el estado de las relaciones como complicadas. Aquí estamos casados o divorciados, pero no algo intermedio”, señaló el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, quien recalcó que es importante tener una hoja de ruta clara y decidida para las próximas semanas y meses.