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Argentina da un portazo al Grupo de Lima

El país abandona la instancia internacional que lidera Colombia para hacer seguimiento a la situación venezolana.

Alberto Fernández, presidente de Argentina. FOTO EFE

24 de marzo de 2021

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Con duras críticas finalizó la historia de Argentina en el Grupo de Lima. El Gobierno de Alberto Fernández oficializó este miércoles el retiro de su país del “organismo multilateral” que nació en agosto de 2017 con el objetivo de explorar las salidas a la crisis de Venezuela.

“Las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela, no han conducido a nada”, señala la Cancillería de ese país en un comunicado de prensa. “Una vez más, reiteramos que la mejor manera de ayudar a los venezolanos es facilitando que haya un diálogo inclusivo que no favorezca a ningún sector en particular, pero si a lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional”.

Esta posición acerca a Argentina al gobierno de México, que se ha negado en varias oportunidades a acompañar las resoluciones del Grupo, como la que en 2019 desconoció la reelección de Nicolás Maduro. En ese entonces, Maximiliano Reyes, subsecretario de Relaciones Exteriores de ese país, señaló que México consideraba ya que la vía más efectiva para alcanzar los objetivos del grupo era “mediante iniciativas de mediación y de diálogo, no de aislamiento”.

El retiro de Argentina deja al Grupo sin uno de los Estados más representativos de América del Sur. En la región solo Perú, Brasil, Chile y Paraguay siguen acompañando la iniciativa. Es, además, un golpe a la política internacional de Colombia, que ha optado por la estrategia de aislamiento al gobierno de Maduro. “La región ha cambiado su parecer. No es con cerco diplomático ni presionando y sí negociando”, señala Rafael Piñeros, internacionalista de la Universidad Externado. Es una sensación que parece extenderse a Estados Unidos y Europa.

Si bien tanto el gobierno de Joe Biden como la Unión Europea (UE) han mantenido su apoyo a Juan Guaidó, este cada vez tiene más matices. A inicios de enero, por ejemplo, el bloque europeo dejó de reconocer al dirigente opositor como presidente interino de Venezuela, aunque mantuvo su intención de seguir trabajando junto a él. Biden ha dejado claro que no planea eliminar de inmediato las sanciones económicas que el gobierno de Donald Trump impuso a Venezuela, pero sí ha dejado entrever un cambio de mirar.

El 8 de marzo, al tiempo que anunciaba medidas para avanzar en la regularización de los migrantes venezolanos en el país, la Casa Blanca señalaba también que planeaba “revisar” estas sanciones. “Hay que buscar una solución más adecuada que la posición mantenida en los últimos 3 años”, señala Piñeros. La decisión argentina se comunica justo en la jornada en la que ese país conmemora el día nacional por la Memoria, Verdad y Justicia, cada 24 de marzo, por el último golpe cívico-militar de 1976, que desembocó en una dictadura de 7 años.

Algo que no se ha dejado pasar por alto. En Twitter. Mario Raúl Negri, diputado, escribió: “En el día más significativo para la lucha por los DDHH en Argentina, el Gobierno tiene el mal tino de anunciar que se retira del Grupo Lima que condena internacionalmente la violación de DDHH en Venezuela. Un despropósito mayúsculo”. No ha sido el único en criticar la determinación.

Jorge Faurie, excanciller de ese país entre 2017 y 2019 calificó la decisión de “grave error en política exterior”. “Su objetivo fue y es ayudar que Venezuela recupere su democracia. Argentina no puede estar del lado de la dictadura de Maduro. Libertad y democracia para los venezolanos !!”.

Además de Colombia y los países sudamericanos ya mencionados, del Grupo de Lima siguen haciendo parte , Canadá, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Guyana y Santa Lucía.