Los tres grupos de acreedores de Argentina rechazaron este lunes la nueva oferta de reestructuración de deuda del gobierno de Alberto Fernández, lo que pone en riesgo el canje de unos 66.000 millones de dólares en bonos emitidos bajo legislación extranjera. “La oferta de Argentina se queda corta ante lo que los grupos de acreedores pueden aceptar”, señalaron en un comunicado, en el que indicaron haber hecho otra propuesta al gobierno argentino.
Sin embargo, el presidente Fernández negó la posibilidad de modificar la propuesta de su gobierno. “Hemos hecho una oferta posible y es imposible que nos podamos mover de este último esfuerzo, que es un esfuerzo muy, muy grande”, dijo. “Hacer una oferta mejor ya empieza a poner en riesgo el mañana. Lo que yo busco es que Argentina resuelva un problema de tal modo que no tenga que seguir discutiendo con los acreedores”, añadió Fernández en declaraciones a la televisión pública argentina, su primera reacción al rechazo.
La oferta de canje, la segunda que Argentina presentó formalmente, tiene plazo de adhesión hasta el 4 de agosto. En su comunicado, los acreedores se mostraron confiados en que se pueda alcanzar una “solución de consenso” que asegure “la sustentabilidad económica futura para el pueblo argentino”.
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Bloqueo en las negociaciones
Los grupos Exchange Bondholders, Ad Hoc y Argentina Creditor Committee sostienen que representan a un tercio de los titulares de bonos argentinos emitidos bajo legislación extranjera y sujetos al canje.Ese porcentaje les confiere poder de bloqueo en esta propuesta de reestructuración de deuda, según los expertos.
La oferta argentina abarca bonos de 2005 y 2010, fruto de una anterior reestructuración de deuda, y también otros emitidos a partir de 2016. En los bonos de 2016 en adelante, el porcentaje mínimo de adhesión debe ser de 66,5% para que el canje sea válido. En los de 2005 y 2010 se eleva a 85%, explicó a la AFP el economista Nery Persichini.
Hasta ahora los grupos Exchange Bondholders y Ad Hoc se habían mostrado más reticentes a la oferta, mientras que Argentina Creditor Committee parecía más favorable. Pero al unirse “están prácticamente en posición de bloqueo de todo el canje y si actúan juntos, como uno, va a ser muy difícil para Argentina llegar a un acuerdo”, comentó a la AFP el economista Sebastián Maril.