En el municipio de La Ceja, su plaza de mercado está tan arraigada popularmente que sus fiestas tradicionales no solo están dedicadas a la bicicleta y a las flores sino también a los toldos, esos tenderetes que fueron la piedra angular de su comercio por muchos años.
Por ello, desde mediados de 2020 la actual administración se embarcó, junto a la Gobernación de Antioquia, en la renovación de la plaza de mercado municipal que funcionó por 52 años luego de su traslado desde el parque principal.
“Tras tantos años de servicio, la vieja plaza sufría mucho descuido en su infraestructura física y ya no prestaba las condiciones fitosanitarias y de seguridad necesarias. Por eso apostamos por la renovación pero buscando que también se volviera en un referente turístico y de servicios de día y de noche. Para eso tomamos ejemplos como las plazas de Barcelona en España, pero conservando las características arquitectónicas de nuestra región”, apuntó el alcalde Nélson Carmona.
Con sus casi 7.000 metros cuadrados, la de La Ceja será la plaza renovada fuera del Aburrá más grande de Antioquia, por lo que –gracias a su avance de casi un 70%– es el ejemplo a mostrar por la Gobernación en su programa Plaza Antioquia que se lanzará mañana ya que sus aprendizajes también guiarán desarrollos similares en otros 10 municipios del departamento.
“Nuestra plaza sigue siendo 100% pública. En ella continuarán los comerciantes que toda la vida han estado allí, pero también habrá lugar para nuevos espacios como cafés, restaurantes, una ludoteca para los niños y también establecimientos bancarios”, agregó Carmona.
De acuerdo con Julio Vélez Hurtado gerente proyectos estratégicos de La Ceja, la renovación de la plaza –que incluyó su demolición total– tendrá un diseño que evoque los elementos propios del municipio, como las bicicletas, los cultivos de flores, los árboles nativos y el Cerro Capiro.
Vélez comentó que la plaza nueva tendrá 7.027 metros cuadrados, dos pisos y cerca de 170 modernos negocios de frutas, verduras, misceláneas, ferretería, cafetería, bares, restaurantes, ropa y calzado; así como otros nuevos espacios, eso sí manteniendo el tradicional aire de plaza de pueblo.
Si bien es casi la misma dimensión que la anterior, el gerente indicó que la antigua solo tenía edificados cerca de 3.200 ya que el resto del área era un enorme parqueadero. Aunque el costo inicial del proyecto eran $17.000 millones, su valor llegó a los casi $20.000. Aún así, Vélez señaló que los recursos están garantizados entre Alcaldía y Gobernación.
Según el funcionario, más allá de los retos técnicos de iniciar una obra en plena pandemia y en uno de los inviernos más fuertes en el país, de las cosas más complejas de la renovación ha sido atender las necesidades de los venteros y la incertidumbre que les causa el cambio.
“A la gente se le había prometido la Plaza desde hace muchos años. Cuando llegamos a contarles nunca nos creyeron. Cuando vieron que ya era inminente y que renovar la plaza implicaba su demolición, apareció la pregunta de que iba a pasar con ellos. Por eso conformamos un equipo interdisciplinario con psicólogos, trabajadores sociales, ingenieros civiles y de alimentos, y nos fuimos a escuchar las dudas de la gente y a resolverlas”, añadió.
Otra situación fuerte fue el tema de la reubicación de los venteros, los cuales tras acuerdos con la Alcaldía, quedaron en una vía principal aledaña a la plaza desde la que miran con ansias como avanza el proyecto, convirtiéndolos en sus principales veedores.
Don Salvador, es uno de los carniceros históricos de La Ceja. Estuvo en los toldos del parque desde 1965 y le tocó la reubicación a la vieja plaza en 1971. Según dijo, con el traslado ha tenido algunas afugias pues ahora debe partir su tiempo entre el local temporal y la zona de desposte para la carnicería, ubicada en otro punto. Aún así es optimista con la nueva plaza.
“Habrá que ver que nos van a entregar. Yo espero poder montar en el nuevo local un cuarto frío, y que ojalá me dejaran en el mismo punto. Las expectativas son muchas, en los primeros meses llegará mucha gente y ahí veremos como va a ser el asunto. ¡Pero vamos bien!”, agregó.
En línea similar opinó don Hernando, quien llevaba 32 años en la antigua plaza y este lunes ajusta 11 meses de reubicado. “Le voy a decir la verdad, cuando nos trasladamos todo muy bien, los dos primeros meses muy bueno. Pero desde entonces las ventas han ido bajando. El asunto está duro pero ahí estamos. La esperanza nuestra no solo es volver, sino también que vuelvan nuestros clientes”, dijo.
De acuerdo con la administración, la renovación de la Plaza se entregará el próximo mes de Octubre. Es el proyecto pilar de la actual alcaldía y por ello en ella ha sido vital la participación de toda la comunidad y la relación de confianza con los cejeños para que vean que la obra sí es posible.
“Acá involucramos hasta los niños de los colegios para que ellos nos contaran como se soñaban la plaza. Cualquier habitante de La Ceja si tiene dudas saben que pueden venir a que se las resolvamos. Este es un proyecto en el que pesa más la confianza que el ladrillo”, apuntó Vélez.