La saliente directora de Corantioquia, Ana Ligia Mora Martínez, siente una conexión profunda con la corporación, ya que hace dos décadas, y después de obtener su título como Ingeniera Ambiental, llegó allí a ejercer su primer empleo. La corporación marcó diferentes etapas de su vida profesional, al pasar por varios cargos y durante los últimos cinco años tuvo el honor de dirigirla.
Mora es una mujer con carácter. Todo en ella, desde su actitud, su impecable forma de vestir y el trato a sus empleados, habla de una persona formada para ser líder sin olvidar que la esencia del ejercicio público es dar lo mejor de sí por el bien común.
Por ello cierra su periodo dejando a Corantioquia como la mejor corporación autónoma regional del país y con lo que ella considera su gran logro: “convocamos a todos los actores: comunidad, alcaldes, empresarios, fuerza pública, universidades para trabajar con nosotros y aceptaron. Todos tenemos que ver con el cuidado de lo ambiental, que es el cuidado de la vida. Ese es nuestro legado”, dice la Ingeniera ambiental.
Corantioquia adoptó un enfoque más integral, dejando de referirse simplemente al medio ambiente para abrazar el concepto de Desarrollo Sostenible. Este enfoque abarca tres dimensiones fundamentales: la social, la ambiental y la económica, que guían todas sus actividades.
Por supuesto, hay temas complejos que no cuentan con una solución exprés y quedan entre sus preocupaciones, al ser ella una persona involucrada al 100 % con lo ambiental. “La extracción ilícita de minerales en el Bajo Cauca, una subregión hermosa con ecosistemas biodiversos y con gente maravillosa, es un gran problema. Nosotros trabajamos con las autoridades, los empresarios, la academia y la comunidad por el cuidado del patrimonio ambiental de este territorio”, explica Mora.
La problemática de la minería informal hizo que Corantioquia se concentrara en el tema y llegó a ser la corporación que más licencias ambientales de formalización minera entregó en el país.
La alta tasa de deforestación, especialmente en subregiones como el Bajo Cauca y Nordeste, aunque con diversas actividades orientadas a disminuirla, es otro tema que requiere de muchos más años de trabajo.
Agilidad en la concertación de los POT
Otro de los logros de la gestión de Mora fue ajustar algunos trámites para volverlos más expeditos, como pasó con las concertaciones de los Planes de Ordenamiento Territorial (POT), un tema complejo y en el que intervienen las corporaciones autónomas porque se relaciona con el uso del suelo y el rumbo que tomará un municipio por un periodo específico de tiempo.
Durante su periodo logró el mayor número de concertaciones de los POT, con una visión articulada en un modelo de ocupación sostenible, construido en alianza con la Gobernación de Antioquia y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Trámites y proyectos de vida
Corantioquia entendió que detrás de un trámite hay un proyecto de vida de una familia que busca mejorar su entorno. Por eso, en el ejercicio de la administración de los recursos naturales, incorporó una visión integral, con el fin de realizar un acompañamiento técnico oportuno a los usuarios se creó el Grupo Interno de Trabajo de Trámites y Licencias ambientales.
Educación transformadora
La dimensión social se trabajó de manera articulada con todos los actores de los territorios, el objetivo era atender las soluciones concretas de las comunidades. Un ejemplo fueron los programas educativos para transformar la realidad de miles de habitantes de la ruralidad. “la iniciativa de guardabosques ha sido una constante en Corantioquia, pero nosotros quisimos agregarle un componente educativo y abrimos la Escuela para Guardabosques, donde en alianza con el Sena y el Politécnico, los alumnos completan su proceso de formación. Ya está cerca de graduarse la primera cohorte”, dijo esta lideresa ambiental.
Las Ecoescuelas fueron además el epicentro de empoderamiento de toda la comunidad educativa volcada hacia el cuidado ambiental, y dejó además proyectos de vida: “en la Ecoescuela de Montebello hay un proyecto muy bonito: un grupo de estudiantes se capacitó para ser guías turísticos de avistamiento de aves, desde lo ambiental generaron una posibilidad real de llegar a ser productivos y quedarse en su territorio. Para mí la dimensión económica va directamente asociada a la eficiencia y a la visión integral en la decisión de cada uno de los trámites que llegan a la corporación”, explica Ana Ligia Mora.
Agua como eje articulador
En la dimensión ambiental se destaca el agua como recurso vital y como eje articulador de todo tipo de acciones desde la reglamentación y los instrumentos de gestión, hasta la siembra de 12 millones de árboles, prevención de la tenencia de fauna silvestre, manejo de residuos sólidos, entre otras. El imperativo es: si hay agua, hay bosque y si hay bosque hay vida. “Los Custodios del Agua son líderes ambientales de cada territorio, que se encargan no solo de proteger el recurso hídrico sino de hacer pedagogía sobre su cuidado. Es un programa que involucra los componentes social y económico y que posibilita mejorar la calidad de vida de los custodios y sus familias”, explicó Mora.
El POT de Medellín
La ingeniera Ana Ligia Mora iniciará el 2024 como nueva Secretaria del Medio Ambiente de la Alcaldía de Medellín. Con ella llegará toda su experiencia, tanto ambiental como de trámites y procedimientos, para la actualización del POT de
Medellín, cuya nueva categorización como Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación debe tenerse en cuenta en la revisión del ordenamiento territorial y en lo que será el proyecto de ciudad para los próximos años. “El concepto de
sostenibilidad debe ser una sombrilla del quehacer de la administración y las alianzas entre la universidad, la empresa, el estado y la sociedad serán fundamentales”, puntualizó Ana Ligia Mora.
*Contenido en colaboración con Corantioquia