EL COLOMBIANO, con apoyo de la firma de abogados Posse Herrera Ruiz, realizó el evento “Impactos de la reforma tributaria: conversemos para construir”.
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EL COLOMBIANO, con apoyo de la firma de abogados Posse Herrera Ruiz, realizó el evento “Impactos de la reforma tributaria: conversemos para construir”.
Tras la aprobación en noviembre de la reforma tributaria por parte del Congreso y sanción por parte del presidente Gustavo Petro el 13 de diciembre, han surgido muchas dudas en la opinión pública respecto al contenido de este documento y de las posibles consecuencias que la implementación de esta modificación del régimen de impuestos podría traer a los diferentes sectores productivos y, por supuesto, en el impacto y bolsillo de los ciudadanos.
Por esto, para aportar a la discusión y ofrecer distintos puntos de vista sobre este tema de relevancia para el futuro económico del país, EL COLOMBIANO, con apoyo de la firma de abogados Posse Herrera Ruiz, realizó el evento “Impactos de la reforma tributaria: conversemos para construir”, en el que participaron expertos y representantes de diversos sectores productivos para que hablaran acerca de las implicaciones y las repercusiones de esta nueva dinámica tributaria.
Las principales conclusiones del evento se centraron en las dudas e incertidumbre en general de la Reforma, sobre sus efectos en el corto y el mediano plazo. Los panelistas, sin embargo, estuvieron de acuerdo con que habrá que irse ajustando sobre la marcha a lo que propone el documento para hacer frente a las necesidades y exigencias de los mercados.
Además, los expertos también coincidieron en que habrá que esperar para ver la forma cómo el Gobierno, una vez la sancione, maniobrará su implementación con la que se espera cubrir un hueco fiscal calculado en unos $25 billones, y del que depende el porvenir del país en temas macroeconómicos, estabilidad y sostenibilidad fiscal, pago de la deuda externa, inversión social y competitividad del mercado colombiano frente al mundo.
Las conclusiones
En el conversatorio, Juan Guillermo Ruiz, socio de Posse Herrera Ruiz, planteó que la mejor reforma tributaria es el crecimiento económico y que, el país en cabeza del Gobierno Nacional, no solo deberá pensar en reformas tributarias que aumenten el ingreso, sino en reformas fiscales que reduzcan el gasto. “Reducir la evasión y facilitar la formalización son medidas inaplazables para reducir la sobrecarga fiscal que se está ejerciendo sobre los contribuyentes cumplidos. La política pública debería favorecer la inversión extranjera y nacional en Colombia. Perder competitividad tributaria terminará por afectar la inversión, el crecimiento económico, y el recaudo”, indicó Ruiz.
El experto añadió que la tasa efectiva de tributación es demasiado alta en comparación con la utilidad de los negocios y las empresas. Así mismo, dijo que no hay una equidad tributaria para una redistribución de las cargas, que es un elemento determinante en una política pública.
“Estamos perdiendo la capacidad de atraer inversionistas minero energéticos porque ellos no dejan de analizar la carga fiscal. En el mediano plazo temo que esa inversión extranjera va a bajar, como va a bajar la inversión de colombianos en Colombia. Otro tema es que la tributación en personas naturales está siendo muy acelerada frente al aumento salarial y ese aumento se irá todo a pagar tributos”, aseguró Ruiz.
Por otra parte, el socio de Posse Herrera Ruiz, propuso que la tasa efectiva de tributación no debería superar, en ningún caso, el 50 % de las utilidades y que los excesos sobre ese límite, en términos tributarios internacionales, se entienden como una sobrecarga que no debería admitirse en un sistema tributario equitativo.
“La progresividad es un principio necesario para la equidad tributaria, pero no es el único. Una sobrecarga excesiva en personas jurídicas o personas naturales es también inequitativa. El sistema tributario debe facilitar el cumplimiento antes que hacerlo más complejo. Fórmulas combinadas como la limitación de beneficios y el impuesto mínimo harán mucho más complejo el cumplimiento tributario. En el caso de personas naturales existen rangos salariales cuyo incremento en la tributación podría resultar excesivo”, comentó.
En el transcurso de su intervención, Ruiz valoró como un acierto de la reforma tributaria el que se facilite a través del régimen simple la formalización y el cumplimiento tributario mediante un sistema sustitutivo del impuesto sobre la renta que simplifica el cumplimiento de las obligaciones fiscales.
Por su parte, Juan Camilo de Bedout, socio de Posse Herrera Ruiz, expuso que en materia de comercio exterior, es importante aclarar que la presencia económica significativa no afecta operaciones de comercio, como las exportaciones al país, lo que en ningún caso deberían ser objeto de impuesto sobre la renta en Colombia. “La tasa efectiva de tributación combinada en Colombia es una de las más altas del mundo. Con estos niveles de tributación será mucho más difícil atraer inversión al país”, enfatizó de Bedout.
Más opiniones
Durante el Conversatorio hubo otras posiciones, como la de José Manuel Restrepo, actual rector de la Universidad EIA y exministro de Hacienda, quien por un lado valoró el hecho de que la Reforma sugiere el recaudo de recursos para subsanar temas sociales y el pago de la deuda pública, además de proponer una progresividad del impuesto a los dividendos, el aumento de la tributación de personas naturales y la imposición de topes a los impuestos de renta, pero de forma paralela tiene inquietudes acerca de la contribución del crecimiento de la economía y la estipulación de impuestos al patrimonio, y no comparte la eliminación de las deducibilidad de las regalías al impuesto de renta y el impuesto saludable.
Por su parte, Mauricio Reina, investigador asociado de Fedesarrollo, cuestionó acerca de la manera mediante la que será redistribuido el producto tributario que se recaude con esta reforma, y de forma contundente afirmó que el Gobierno “está ahorcando la gallina de los huevos de oro”, en referencia al sector minero energético.
“El primer reto: que ese esfuerzo, adicional desde lo tributario, se convierta en ajuste fiscal y su mayoría no se vaya solo a financiar gasto social. Segundo reto: el sector minero energético provee la quinta parte de los ingresos del Gobierno y el 40 % de los ingresos por exportaciones. No podemos apretar el pescuezo con no dar licencias de exploración de petróleo y gas; tampoco podemos poner cargas fiscales excesivas al sector”, precisó Reina.
Olga Lucía Romero, directora del Centro de Valor Público de la Universidad Eafit, recalcó la incertidumbre que esta propuesta genera en el ambiente económico del país, y al igual que Mauricio Reina, tiene dudas acerca de la destinación que el Gobierno le dará a los recursos que sean recaudos.
“Si la reforma se dedicara en su totalidad al gasto social, el crecimiento promedio que vamos a tener entre los años 2022 y 2030 sería de 2,5 % del PIB. Si nos gastamos buena plata en la deuda, tendríamos un mayor crecimiento, en promedio del 3,3 %. Es muy importante usar parte de esos recursos para reducir la deuda pública y que podamos seguir accediendo al mercado internacional y financiar el crédito y los flujos de capital”, indicó Romero.
En la conversación también participaron expertos como María José Bernal, directora ejecutiva de Fenalco Antioquia; Lina María Montoya, directora ejecutiva de Interactuar; Martín Orozco, gerente general de Invamer; y Juan Camilo de Bedout, socio de Posse Herrera Ruiz.
* Contenido en colaboración con firma de abogados Posse Herrera Ruiz.