Aún quedan 17 en la selva. Fueron secuestrados en Mitú (Vaupés), en Puerto Rico (Meta), en Patascoy (Nariño), en Curillo (Caquetá), en Tolima, en Cauca por guerrilleros de las Farc. Algunos llevan más de 12 años en manos de la insurgencia y no conocen los avances tecnológicos, pero eso no les preocupa, lo que les duele es no poder ver crecer a sus hijos y nietos, como en el caso de Johan Martínez, hijo de Libio José Martínez, quien ahora camina para pedir por la libertad de su padre, que no conoce.
Para Gloria Marín, esposa del Intendente de la Policía José Carlos Duarte Rojas, la muerte del "Mono Jojoy", le da miedo y esperanza, y como ella, las otras madres, esposas e hijos tienen el mismo sentimiento.
Gloria afirma que el temor "es por lo que pueda pasar con los muchachos, porque la guerrilla al ver que no pueden con el Ejército, se pueden desquitar con nuestros seres queridos. Pero también hay esperanza, porque muerto "Jojoy", la guerrilla puede cambiar de actitud y de una vez entregar unilateralmente a los que faltan".
Con la muerte del "Mono Jojoy", Sigifredo López, ex secuestrado por las Farc, dice que "bajo la acción militar se obligará a la guerrilla a negociar en el futuro. En menos de dos años vamos a ver a la guerrilla en una mesa de negociaciones y aceptarán las condiciones que hoy exige la sociedad colombiana para volver a escucharlos".
Consuelo González de Perdomo desde su experiencia como ex secuestrada, piensa en los que están plagiados. Su preocupación es que después de estas acciones los guerrilleros "arrecian con las medidas de seguridad que se vuelven tortura. Si ellos me oyen yo les digo que no pierdan la fe y que el Señor diseña el camino para volver a las familias".
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