Yorman Córdoba Pinilla no se sintió huérfano, ni siquiera se acordaba que había perdido a casi toda su familia en diciembre. Su obsesión ayer era patear ese balón que parecía un gigante para su corta estatura y lo dejaría en la historia como uno de los dos niños damnificados de Calle Vieja que hicieron el saque de honor en la edición 24 del Día del Fútbol Antioqueño.
Para que esos hinchas que estaban deslumbrados con la belleza de las Divas y aquellos que no le quitaban la mirada a las lindas chicas del grupo Raptors haciendo atrevidas acrobacias, este morochito de escasos cinco años de edad levantaba repetidamente las manos para que se dieran cuenta que él estaba en la mitad de la cancha del Atanasio Girardot.
Motivado por la sonrisa inocente de Valentina García, la otra pequeña que dijo "estar feliz porque esta gente es linda y también le pegué al balón", Yorman tomó la iniciativa y luego de darle un beso en la mejilla al técnico Luis Fernando Montoya le entregó una placa que decía: "Gracias de corazón, de parte de la comunidad de La Gabriela de Bello".
Corazón fue lo que le sobró ayer al máximo escenario de los paisas, donde los deportistas lo entregaron todo, los estrategas de Envigado, Itagüí, Nacional y Medellín le pidieron a sus jugadores ser muy solidarios, los organizadores se sobraron con su labor social y los 13.430 aficionados le hicieron sentir, con el sonoro aplauso, a Yorman y Valentina, que los damnificados de Calle Vieja no están solos porque esta raza es solidaria y también está con su gente en las malas.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6