x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

San Valentín se enamora más de las flores paisas

De los 1.250 millones de dólares exportados el año pasado en flores, el 20 por ciento salió de Antioquia

  • San Valentín se enamora más de las flores paisas | La flor antioqueña goza de prestigio entre los enamorados en Norteamérica por sus colores tropicales. La rosa también gusta en esta fecha. FOTO DONALDO ZULUAGA
    San Valentín se enamora más de las flores paisas | La flor antioqueña goza de prestigio entre los enamorados en Norteamérica por sus colores tropicales. La rosa también gusta en esta fecha. FOTO DONALDO ZULUAGA
08 de febrero de 2014
bookmark

Este viernes cuando los países anglosajones celebren San Valentín o el Día de los Enamorados, millones de rosas y flores colombianas engalanarán esta importante fecha porque dos de cada tres tallos que se venden en Estados Unidos y Canadá provienen de Colombia.

Aunque para ese día se exporta con más fuerza la rosa proveniente de la Sabana de Bogotá, por ser una flor de enamorados, hay otro tipo que gana terreno para esta celebración por su estilo, entre ellas el crisantemo, flor que es muy fuerte en Antioquia.

Si bien también influye en esta dinámica el ciclo de vida de la flor, que en el caso de la rosa es más corto, se exige una buena planeación para poder cumplir con los despachos.

El Colombiano estuvo en Rionegro en una de las fincas de la firma Capiro, quizá una de las más importantes empresas productores de flores en Antioquia, para conocer de primera mano cómo se preparan ellos para atender esta importante demanda.

Martha Cecilia Díaz, directora comercial de Capiro, fue quien detalló la operación que implica para ellos. La acompañó en el diálogo el director ejecutivo regional de Asocolflores, Marcos Ossa Ramírez.

Ambos destacaron que San Valentín es la segunda fiesta más importante del año para los productores paisas, después del Día de Madres. No obstante, es una época que les exige eficiencia en cada uno de los procesos productivos y de distribución para cumplirle a tantos corazones norteamericanos.

Para la floricultura nacional, la preparación inició el 20 de enero con los altos volúmenes de corte hasta realizar los últimos despachos el pasado viernes 7 de febrero. En el caso de la rosa, al tener un ciclo más corto, la preparación empezó el 29 de enero y también terminó el pasado viernes, con los últimos despachos.

Crisantemos y hortensias son las que tuvieron que despacharse primero para distribuirse a tiempo en Estados Unidos, aclarando que el tema de cuartos fríos es vital para su almacenamiento y poder tener un ciclo de vida más largo.

Todo implica un trabajo grande que se hace desde septiembre (5 meses atrás) demandando altos esfuerzos administrativos para tener una adecuada planeación, sabiendo con antelación qué tipo de flor se producirá y qué tanta cantidad.

"Eso permite que desde las semanas previas sepas hasta dónde quieres llegar en el pico de producción de San Valentín. Si vas a requerir un espacio de 1.000 camas para la siembra y si tu espacio total de la finca es de 2.000, por ejemplo, implica que en las 12 semanas previas tengas que costear el reducir a la mitad tu producción normal para atender esta demanda", explica la señora Díaz.

Por eso se planea un 30 por ciento más de la producción normal para atender esa fiesta, pero la cifra sube hasta el 80 por ciento en época de madres.

Por qué no son rosas
La Sabana de Bogotá mueve más cantidad de rosas que las que se producen en Antioquia, porque hay solo dos cultivos grandes en el departamento que tienen la condición de temperatura y humedad necesarios. Uno está en la Unión y el otro en San Pedro de los Milagros.

"El fuerte de Antioquia es crisantemo y la flor tropical, por eso es más importante su venta en mayo. En el caso de Bogotá, le meten todas las baterías a esta fecha porque si logran hacer un buen San Valentín podrán salvar el año. Madres para ellos es el segundo pico", dice por su parte el director ejecutivo regional de Asocolflores.

Distribución en E.U.
Los mayoristas y las mismas floristerías estadounidenses han perdido fuerza en la distribución de flores colombianas hacia Estados Unidos. Ahora son las mismas cadenas de retail las que se encargan de masificar la venta de flores para fechas como esta. "Por eso es que hay que ser más eficiente, más productivo y producir más barato para poder entrar a estos supermercados", recalca doña Martha Cecilia, al referirse a una posible masificación de la compra de flores que hagan parte de la canasta familiar norteamericana.

La estructura de compra estadounidense se caracteriza por ser directa, eliminando intermediarios. Cadenas de retail como Whole Foods Market, hacen compras en firme y no en consignación. Igual ocurre con Inglaterra, donde se hace exactamente lo mismo en cadenas como Morrisons.

"Logramos esto porque les mostramos que es un tema de ganancia para los dos, si no es así no se logra. A nivel Colombia nos pagan solo lo que pasa por registradora y nosotros asumimos la impulsadora y las flores que no se compren, así es más difícil pero estamos luchando para cambiar esta realidad".

Para Asocolflores la política es clara: si se produce flores todo el año, si se vende todo el año por qué se depende de un pico sabiendo que la flor es importante todo el año.

Por eso, el problema para los floricultores es que se hacen picos tipo Everest pero también hacen valles tipo Cañón del Colorado, haciendo ineficiente el sector porque tiene personal de trabajo contratado a término indefinido: 12.500 empleos directos genera la floricultura en Antioquia y 80.000 en Colombia. En el caso de Capiro, esta empresa genera 1.200 empleos directos y unos 80 indirectos.

"En la floricultura se estima que por cada contrato directo de trabajo hay 3,5 personas adicionales que se benefician, es decir, 43.750 personas dependen en Antioquia de las flores", añade Marcos Ossa.

Esta cifra cobra más importancia aún porque en muchos casos, se trata del único ingreso familiar. Es por eso que la mano de obra tiene alto impacto en los costos de producción en Colombia, pesando alrededor de 50 por ciento del total, porque mantiene un compromiso social importante en las regiones de impacto.

"¿Qué hay detrás de todo esto? La gente", sentencia doña Martha, al reiterar que la única maquinaria que utilizan se emplea en el riego y a la hora de zunchar. Todo lo demás lo tienen que hacer con seres humanos, vinculando gran cantidad de madres cabeza de familia, "ellas de por sí son delicadas en el manejo de la flor, tienen la responsabilidad de su hogar. Incluso hay personas desplazadas por la violencia. Al comprador final le queremos mostrar que detrás de la compra de cada flor, hay una historia de vida, hay risas, angustias, hay papás, hay hijos y una floricultura socialmente responsable ambiental y social".

Destinos
Las flores antioqueñas también llegan a Chile, Japón, Australia, Inglaterra, España y Antillas, que junto a Canadá y Estados Unidos han hecho cambiar el chip cultural a la hora de producir, dado que antes no importaba que la flor tuviera el tallo torcido o tuviera otros imperfectos. "Estamos haciendo la tarea, de producir con mejor calidad, con exquisitez. La vida en el florero es la que dice realmente cuan fresco está el producto, es un cambio mental que tenemos a la hora de producir", destaca doña Martha.

Para llegar a países tan lejanos como Australia o relativamente cercanos como Chile, Capiro viene trabajando desde 2008 con contenedores, al cierre de 2013 llegaron a los 1.180 contenedores de 40 pies (high cube) refrigerados despachados, viajando en cada uno de ellos unos 100.000 tallos.

A territorio australiano, por ejemplo, han despachado 6 contenedores, un viaje que tarda 25 días, donde la vida útil en florero termina siendo de 12 días posteriores a su llegada.

T.S.V. es la sociedad naviera con la que trabajan pero paradójicamente salen del puerto de Cartagena porque desde Buenaventura salen los despachos hacia Chile.

"Acá la logística es fundamental porque tenemos que garantizar la cadena de frío, las flores deben despacharse a una temperatura de 2 grados centígrados. Ya en puerto alquilamos un contenedor más grande donde caben dos de 4o pies, allí hace el ICA la inspección por la barrera fitosanitaria y la Policía Antinarcóticos también revisa para permitirnos la salida del país. Hemos intentado que esta inspección se haga desde la propia finca pero no ha sido posible. La sola operación en puerto demora 3 días, el resto es tránsito".

Por eso el gremio floricultor denuncia constantemente que el tema de fletes le pega duro a la competitividad del sector, donde muchas veces vale más la caja exterior que el mismo contenido, como ocurre en el caso de los crisantemos.

Respecto a los despachos aéreos hacia Estados Unidos existe un mundo diferente, dado que ningún aeropuerto hace un buen manejo de cadena de frío y la distribución al interior de ese país puede tardar entre 5 y 7 días.

Tasa de cambio
Si bien el dólar está hoy en 2.046 pesos y es una excelente noticia para los exportadores colombianos, la divisa norteamericana no puede ser la excusa para que estas empresas productoras subsistan, ellos mismos dicen que su rentabilidad no puede depender de una tasa de cambio porque la lección la han aprendido con más de tres años de revaluación. "Ese fue nuestro error antes, por eso para ser competitivos necesitamos producir todo el año, exportar todo el año, ser eficientes en la calidad que entregamos, también aprender a manejar otros mercados y no quedarnos en uno solo, no vamos a repetir ese error y sabemos que los cambios tecnológicos también son importantes", destaca Ossa.

Por eso a este nivel hay que hablar de innovación, de reconversión. Holanda es el ejemplo a seguir. Mientras que en Colombia se generan por hectárea 15,5 empleos directos, en el país europeo hay 3 personas en 80 hectáreas, es decir, todo es tecnificado.

Claro que en Colombia nunca se va a llegar a ese grado de eficiencia por el impacto social que generaría en tantas familias, se estiman unas 280.000 personas que padecerían si se llegara a este nivel.

Pero resulta que para tener un invernadero de esas características y que además funcione bien, se estima que habría que invertir un millón de dólares, recursos económicos que tampoco existen en el país para ello.

Es por eso que para los representantes del sector, significa que hay que mantener la mano de obra actual pero con tecnología asequible, intermedia y que les permita ser más eficientes y productivos sin llegar a los números holandeses.

Consumo interno
A diferencia de lo que ocurre con las grandes cadenas de retail en Estados Unidos y Europa, las productoras de flores colombianas buscan intensificar la negociación con las grandes cadenas de retail en Colombia para compartir gastos de exhibición y venta, o reducir los márgenes de intermediación.

No obstante, en el caso de Capiro, ya están en 26 tiendas del país de la marcas Carulla, Éxito y Jumbo. Están desde hace 4 años haciendo gestión para que aumenten los consumidores locales de modo que compren las flores de la misma calidad y presentación con la que se exporta, bajo la marca "Colombia tierra de flores" que auspicia el mismo Asocolflores.

Aquí el tema de la cadena de valor pasa por la producción pero también por la distribución, para que las flores no terminen vendiéndose en un semáforo, argumentan.

"Queremos dar un vuelco total. Desde hace dos semanas estamos trabajando con 6 productores de la Sabana de Bogotá que tienen rosa, clavel, mini clavel, lirios y astromelias para que nos entreguen su producto en nuestra finca tal cual y posteriormente nosotros lo distribuyamos en Medellín. La ventaja de todo es que estos productos los entregamos frescos a los supermercados de manera directa, ofreciendo variedad y nadie tuvo que manipularlas. Se trata de la misma flor que se compra afuera del país por 5,99; 8,99 y hasta 10,99 dólares", resalta doña Martha.

Según ella, la propia gente que sale del país ha podido constatar que los precios son competitivos y por eso quieren que más colombianos compren flores para sus casas.

El éxito de este modelo que están implementando con las finca productoras de la Sabana de Bogotá tiene que ver con el poder de negociación que genera. La estructura de trabajo conjunto es la que permite abrir puertas -dicen ellos-. Se reducen costos operativos, se tiene más frescura y se traduce en el precio final. Han logrado convencer a las grandes cadenas de reducir en un 5 por ciento su margen de ganancia para masificar el consumo de las flores en el país.

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Te puede interesar

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD