Los organismos de socorro continuaban anoche las tareas de búsqueda de las víctimas del accidente del bus de Expreso Bolivariano, sepultado el miércoles por un alud de tierra en la vía Manizales - Bogotá.
La tragedia dejó enlutó a 20 familias, muchas de ellas todavía esperaban ayer el reporte de los rescatistas.
El vehículo, ocupado por 18 pasajeros y dos conductores, fue sepultado por una avalancha de tierra y arrastrado después hacia un abismo, a la altura del sector conocido como El Diamante.
Hasta el momento han sido rescatados los cadáveres de 15 personas y la Cruz Roja tiene en la zona del accidente a 14 voluntarios y a varios perros rastreadores buscando los demás desaparecidos.
Las autoridades reportaron que debido a las condiciones climáticas en el lugar del siniestro, no se ha podido avanzar más en las tareas de rescate y las posibilidades de hallar a algún superviviente son prácticamente nulas. Así lo aseguró el director encargado de Socorro Nacional de la Cruz Roja, César Urueña.
El gobernador de Caldas, Mario Aristizábal Muñoz, lamentó el fallecimiento de las personas que se transportaban en el bus de la empresa Expreso Bolivariano.
El mandatario recordó, mediante un comunicado, que el gobierno departamental presta toda la ayuda a los organismos de socorro, para seguir en las labores de búsqueda y rescate de las víctimas del fatal accidente.
De nuevo, en alerta roja
Por otra parte, las alertas por el incremento de lluvias continúan en el país.
La Dirección de Gestión del Riesgo del Ministerio del Interior declaró ayer la "alerta roja preventiva" en algunas zonas del país ante la pluviosidad, que ha dejado en lo que va de abril 37 muertos, 20 heridos, 10 desaparecidos y más de 17.000 afectados.
Según los organismos de emergencia, las fuertes lluvias que sufrió Colombia en 2010, las peores en su historia, dejaron 310 víctimas mortales, decenas de desaparecidos, centenares de heridos y 2,22 millones de damnificados, así como casas, carreteras, puentes y miles de hectáreas de cultivos destruidas y anegadas. El pronóstico del Ideam es que la Semana Santa estará pasada por agua.
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