¿Por qué la mentalidad de los jugadores cambia cuando llegan a Nacional? La pregunta se la hacen extécnicos del equipo y otros entrenadores que conocen bien las entrañas de la institución.
Si bien un sector de la afición señala como responsable del presente del plantel al profesor Juan Carlos Osorio, también es bueno hacer un alto en el camino para revisar el compromiso de los futbolistas, quienes no ha respondido en momentos clave, como ahora en la semifinal de la Liga Postobón-I, en la que ya acumulan dos derrotas ante Pasto e Itagüí.
Y es que si se hace un análisis de costo-beneficio, los artistas del conjunto verdolaga saldrían rajados.
Juan José Peláez, quien sacó campeón al equipo en el torneo colombiano en 1994, fue subcampeón de la Libertadores en 1995 y ganó la Interamericana en 1997, dice que "Nacional debe replantear el sistema de contratación de jugadores".
Peláez, y quienes con él coinciden, invita a los dirigentes a esculcar la historia para darse cuenta cómo el club logró ser la base de la Selección Colombia de mayores y convertirse en el más copero del país.
¿Dónde está la actitud y el hambre de triunfo que se requiere para estar en una institución tan grande? La respuesta está en el interior de un grupo blindado, que cuenta con todas las garantías para trabajar, con una sede propia, salarios al día y una infinidad de garantías.
Para qué 25 jugadores de primer nivel si cuando a muchos los requiere el cuerpo técnico no responden con altura. Muy pocos se salvan, pues como reconoció en la última rueda de prensa el técnico Osorio, independiente del resultado final del actual torneo, varios saldrán del equipo porque no han contribuido a concretar la idea futbolística por la que él lucha hace un poco más de un año.
Nelson Gallego, quien trabajó en varias etapas en el Rey de Copas de Colombia, señala que la responsabilidad de los jugadores "es mucha" y recuerda que allí hay una nómina que combina calidad y cantidad, pero que "ha decepcionado".
Y añade que en ese cambio que debe existir, Nacional debe apuntarle a deportistas de las características de Stefan Medina y Jéfferson Duque, que aportan temperamento, garra y demuestran que les duele la camiseta. Y, según Gallego, "buscar la conducción de tipo que conozca el entorno verdolaga".
Peláez hace caer en cuenta que la historia se repite, pues con nóminas costosas y jugadores de recorrido, los últimos entrenadores han sido víctimas de actitudes negligentes de los jugadores.
Óscar Héctor Quintabani, único bicampeón en forma consecutiva con los verdes (2007), opina que en los trabajos de equipo todos los actores son responsables. "El dirigente, el jugador y el técnico deben compartir las responsabilidades y el compromiso, independiente de las tradiciones de cada uno, porque de lo contrario habrá un desbalance que llevará a elegir una mala ruta".
El entrenador colomboargentino, que también fue campeón con el Pasto, evitó emitir conceptos sobre el presente de Nacional, porque considera que por ética y respeto a su colega, y por la distancia que tiene con el vestuario y el desconocimiento del proyecto de trabajo, podría ser injusto.
"Lo único que puedo decir es que no han podido tener un rendimiento parejo en productividad que los conforme a ellos y que, inclusive, al hincha. No se ha tenido ese balance que ayuda a que las cosas estén más equilibradas".
Ahora, contra la presión, los jugadores deberán demostrar su verdadera jerarquía con un remate heroico de campaña para evitar señalamientos.
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