El partido frente a Gremio era, sin duda, un buen termómetro para Nacional en la actual Copa Libertadores. Perdió por 3-0 y aunque el técnico Juan Carlos Osorio y el delantero Santiago Tréllez digan que el marcador fue demasiado amplio, a juzgar por lo visto en la cancha, la verdad es que el conjunto verde jugó mal. Neco Martínez salvó dos tantos más.
Quedan muchas lecciones, entre ellas la necesidad de aprovechar las oportunidades de gol que se presenten en este torneo, que son demasiado escasas. Por eso al aficionado aún le ronda por la cabeza los desperdicios de Alejandro Bernal, Orlando Berrío y Edwin Cardona.
Osorio señala que su equipo compitió bien, pero que el rival los superó individualmente. Y que a diferencia de los verdes, el oponente fue muy eficaz. En posesión de pelota habla de un 60-40 a favor de Gremio.
Tréllez quiere pasar rápido la página y les pide a sus compañeros levantar la cabeza y mirar hacia adelante. Viene el clásico contra el Medellín (sábado a las 6:00 p.m.) y el juego aplazado ante el Chicó (4 de marzo), para volver de nuevo a la Copa, en el doble enfrentamiento con Nacional de Uruguay que comenzará el 11 de marzo en el Atanasio Girardot, "en el que tenemos que ganar sí o sí", apunta Tréllez.
El zaguero Óscar Murillo asegura que en un torneo internacional no se puede "parpadear". Y que hay que estar muy bien física y mentalmente". En estos dos aspectos se rajaron varios jugadores nacionalistas, como sufrieron mucho este encuentro.
"No fuimos claros y contundentes". La frase de Farid Díaz resume la presentación.
Pico y Placa Medellín
viernes
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