Una mezcla equilibrada de gastronomía mediterránea con la de India. Así sabe la comida árabe, sobre todo la que conocemos en la ciudad, en su mayoría con fuerte influencia libanesa.
"Es una gastronomía muy variada, allí se tienen todos los pisos térmicos y las cuatro estaciones, lo que da como resultado una amplia variedad de frutas y verduras", explica David Chejne, del restaurante Fenicia, con sedes en Laureles y en el Complex de Los Balsos con la Superior.
Con 12 años de tradición, esta empresa familiar que empezó con las recetas de la abuela y que lideran sus papás Joseph Chejne Jannay Nilda Cecilia Holmos , atiende servicio de almuerzo y cena todos los días, incluidos domingos y festivos, con platos que van desde los 15.000 hasta los 24.000 pesos. "Una de nuestras especialidades es el cordero, ya sea asado, en estofado o en sánduches", precisa David.
El de cordero, el yogur, la menta, el tomillo (servido en una mezcla denominada zataar), el ajonjolí, el curry en polvo, azafrán, cúrcuma, ajo, canela, arroz, frutos secos y ensaladas son elementos comunes en la cocina árabe.
Con estos ingredientes, expertos como Shlomi Gardi, en el restaurante Tabún (Provenza y en El Tesoro), y Marta Bernal y su esposo en Hummus (barrio Astorga) logran exquisitos kibbehs (albóndigas de carne con cebolla y piñones), Kofta (cordero asado al carbón), tabules (ensaladas con hojas de menta y perejil); hummus (puré de garbanzos y pasta de ajonjolí), al igual que variados y ricos mezze (aperitivos).
La baklava es el postre que cierra el apetitoso recorrido por esta gastronomía.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6