Vaga por la playa la tristeza en el balneario de Capurganá, Chocó. Hace dos días fue asesinado en la casa cural o lugar sagrado para los que aman y temen a Dios, el sacerdote Guadalberto Antonio Oviedo.
Los hechos que rodearon el crimen fueron calificados como oscuros. El criminal atacó con un machete al sacerdote y tras comprobar que la última gota de sangre se llevaba su vida, se apoderó de algunos objetos de valor, quizás para despistar a las autoridades.
Capurganá llora a su sacerdote asesinado. Guadalberto le había devuelto la fe al pueblo, la gente, luego de tantos sufrimientos por un pasado difícil en la región, gracias a la palabra de su pastor había recuperado su pasión por la vida.
Con Guadalberto suman ya 11 los sacerdotes asesinados este año en el país. Dolorosa tragedia. Paz en su tumba.
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