Jorge Daniel Jara fue al Mundial de la antigua Unión Soviética con Paraguay en 1985 y aunque una lesión no lo dejó jugar, la vida le tenía reservado algo mejor: ser ídolo con el Independiente Medellín.
Este paraguayo fue un goleador de raza, eso lo comprobaron aquellos que vieron gran parte de los 42 tantos que anotó en 123 partidos que militó en el equipo rojo de Antioquia, en el que se convirtió en el guaraní de más juegos y anotaciones.
Si bien Sportivo Luqueño fue el que lo promocionó en 1983, Universidad de Tamaulipas de México le dio roce internacional en 1987 y el Suramericano juvenil de 1985 lo convirtió en figura, Jara considera aún hoy que su presencia en el DIM, entre 1989 y 1992 no tiene comparación. Aquí se consagró como futbolista.
¿Qué tal su estadía en DIM?
"Era el desafío que hacía tiempo esperaba tener en algún club y por supuesto desde un principio tuve la sensación de que habría sintonía entre ambas partes como sucedió. De ahí que adopté a Medellín como mi ciudad y por supuesto es lo que más añoro en la vida".
¿Por qué el gran equipo de ustedes no fue campeón?
"Quizás nos faltó la experiencia; no pensábamos mucho en el resultado, como hacen muchos clubes, sino en deleitar a la gente antes que pensar en lo que convenía para llegar a lo más alto del campeonato".
¿Cómo celebró el título
del Medellín en 2002?
"Lo recibí con mucha felicidad, porque en 1993, cuando se estuvo cerca del título no pudimos festejar en Bucaramanga. En 2002 seguí los pormenores y claro que celebré así haya sido en un ambiente de familia; igual, la alegría fue indescriptible".
A usted lo consideraron ídolo y aún se le recuerda...
"No me considero un ídolo, más bien creo que siempre existió un gran respeto entre ambos y gracias a eso me gané el cariño de la gente".
¿Qué significado tiene el centenario del club?
"El significado más importante es haber hecho parte de un pequeño lugar en la historia del club. Me tocó festejar los 75 años jugando y ahora en el centenario, aunque estoy retirado, me siento todavía parte de mi querido DIM".
Recuerda sus compañeros...
"Tuve experiencias incomparables al lado de Carlos Castro, Óscar Pareja, Pelusa Pérez y Carlos Valderrama, un genio del fútbol y grande como persona, entre otros".
Dicen que tenía cábalas...
"Era porque cuando jugábamos en el Atanasio llevaba a mi hijo a la cancha. Y vea, siempre marqué gol".
¿Qué hace en la actualidad?
"Desde el 2005 soy entrenador de fútbol y actualmente dirijo a los planteles de la sub-18 y sub-20 de mi club, el General Díaz, equipo que ascendió por primera vez a la división mayor del fútbol paraguayo este 2013".
¿Sigue al DIM de hoy?
"Sí y sé que anda en un momento no muy bueno. Todos los que pasamos por ese club esperamos que nuestro equipo sea mejor cada día, pero eso conlleva mucho sacrificio no sólo de parte de la dirigencia y jugadores, sino también de los aficionados. Hay que pensar en positivo y soñando que alguna vez el DIM consiga la estabilidad dirigencial que le ha faltado. Para el equipo espero lo mejor y que salga de ese bache"
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