La muerte de los 33 niños que enlutó a Fundación (Magdalena) y el país, era casi una tragedia anunciada. Aunque no se han establecido las causas que produjeron el estallido del bus en el que se transportaban los menores, las inconsistencias y la violación a las normas, por parte del conductor y el automotor, habrían influido en el accidente.
En el trágico hecho convergieron diversas irregularidades que hoy son investigadas por las autoridades del sector transporte, quienes además de varios mensajes en Twitter, no han emitido un pronunciamiento oficial.
Hasta el momento se ha podido establecer que el conductor del bus, Jaime Gutiérrez, no tenía licencia de conducción, documento obligatorio que califica apta a una persona para conducir cualquier vehículo particular o de transporte público.
Asimismo, se ha podido establecer que el bus de placas UVS-556 estaba desvinculado del servicio público desde hace dos años y no tenía los papeles al día, entre ellos la revisión técnico mecánica que lo habilita como un automotor en condiciones idóneas para transitar.
La norma dice además que está prohibido transportar a los usuarios de pie o en un número mayor a la capacidad de pasajeros, sin embargo ahí también se incumplió teniendo en cuenta que el bus tenía cupo para 30 personas y, al parecer, llevaba 45 menores.
Tampoco se habrían cumplido otras disposiciones como mantener los vehículos en perfecto estado, el uso del cinturón de seguridad para todos los niños y el estacionamiento en lugares permitidos para el ascenso y descenso de los menores.
Esta sumatoria de inconsistencias pasaron, hasta el domingo, inadvertidas por las autoridades que en su momento no vigilaron la calidad y legalidad del transporte que llevaba a los niños cada domingo a sus celebraciones religiosas y hoy alerta sobre el control a la prestación de este tipo de servicios en las diversas zonas del país, principalmente las más apartadas.
La ministra de Transporte, Cecilia Álvarez Correa reconoció, a través de su cuenta de Twitter, que “la tragedia de los niños en Fundación, Magdalena ocurrió por una irresponsabilidad muy grande” y ha dicho que llegará “hasta las últimas consecuencias en las investigaciones”.
De los 45 menores que transportaba el automotor, 11 lograron salvar sus vidas y se encuentran hospitalizados en clínicas de la ciudad de Santa Marta, mientras las autoridades y las familias avanzan en el reconocimiento de los infantes que fallecieron en una de los accidentes de transporte más trágicos de los últimos tiempos en Colombia.