Año tras año, los estudiantes de grado once y sus familias viven todo un viacrucis durante noviembre en espera de los resultados obtenidos en las diferentes materias. Y se angustian cuando va llegando ese maravilloso y positivo, o triste y frustrante, viernes o sábado de fin de mes, acostumbrado en la mayoría de institutos educativos para realizar la ceremonia de graduación para unos. O la despectiva, simplona y descortés manera de informarle al joven que su diploma se le entregará por ventanilla en enero. Por supuesto, si el alumno no alcanzó los logros para graduarse con ceremonia a bordo, fotografías con compañeros y profesores; además del jolgorio y la alharaca merecidas por la culminación de once años de educación básica. También es cierto que el mismo alumno y su familia merecen la mínima y cortés información por parte de las directivas de ser anunciados oportunamente que no podrá asistir a la ceremonia.
Infortunadamente se informa de la graduación por ventanilla, faltando solo una semana y muchas veces solo con horas de antelación y cuando ya la familia tiene los preparativos para el agasajo con compra o alquiler de vestido y además los invitados.
No solo por el alumno, sino también por su familia y amigos, las directivas del colegio deben informar con suficiente antelación al grupo familiar sobre la manera como será entregado el diploma, "con o sin ceremonia" y así evitar esas frustrantes noticias.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
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