La Fiscalía General de la Nación formuló cargos a 11 ex directivos del club Deportivo Independiente Medellín (DIM) por el presunto lavado de activos. Por este delito las penas oscilan entre 6 y 15 años de prisión.
El fiscal de la Unidad Nacional de Lavado de Activos César Vélez formalizó acusación contra Rodrigo Tamayo, quien fue el mayor accionista del club, y su esposa Dolly Cárdenas.
Por el mismo delito también deberán responder Mario de J. Valderrama (presidente del DIM entre 1998-2000) y Luis Fernando Jiménez, ex miembro del comité ejecutivo y ex gerente del club.
La investigación del caso inició después de que Juan Bautista Ávalos Salgar, revisor fiscal del equipo entre 2000 y 2004, escribió el libro Narcolavadora Corporación Deportiva Independiente Medellín.
Con base en el testimonio de Ávalos e investigaciones de la policía judicial, Vélez calcula que el Independiente Medellín pudo haber lavado más de 9.000 millones de pesos en los períodos en que Tamayo tomó las riendas como accionista.
De acuerdo con documentos del ente investigador, el sistema de lavado del equipo consistía, entre otros mecanismos, en aumentar en los libros contables el valor de la compra-venta de jugadores.
"Por ejemplo, si un jugador lo vendían en 100 pesos, en los libros hacían aparecer como si lo hubieran vendido en 1.000. Así, los restantes 900 que eran de origen ilícito quedaban lavados en los libros de registro", explicó Avalos en diciembre.
Según la Fiscalía, Tamayo presuntamente habría lavado en el equipo fondos del narcotraficante Fabio Ochoa Vásquez, antiguo integrante del cartel de Pablo Escobar y quien en septiembre de 2001 fue extraditado a Estados Unidos bajo cargos de narcotráfico. El 10 de diciembre se vencían los términos y los procesados estaban confiados en que podrían recuperar su libertad.
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