Aunque el secretario de Seguridad de Medellín, Eduardo Rojas, dijo que el asesinato de dos personas en Caicedo Santa Lucía y en el barrio Las Mirlas fueron casos aislados, la comunidad no está de acuerdo. Según dice, desde que la Policía no está permanentemente en el barrio —desde noviembre— no saben lo que es tranquilidad.
"Diciembre estuvo calmado, aunque el 24 y el 31 se bajaron los ‘sierranos’ y pegaron unos tiros. Eso sí, ya se había dicho que lo que se venía era bala para enero", cuenta un muchacho del barrio, que asegura que los "sierranos" son urabeños que quieren ganar terreno.
Para nadie en Caicedo Santa Lucía lo del martes en la noche fueron casos aislados, porque todos tienen una versión similar, que de La Sierra bajaron como 16 muchachos, todos con pinta de menores de edad, acomodados por grupos. Mientras el petardo estalló —el que dejó a "Sebas" sin piernas y muerto, y a "Pana" malherido, todos temen que sin su pierna izquierda—, en otras zonas del barrio tronaban balaceras. Eran las 8 de la noche.
Es ahí, en las balaceras y después del petardo, cuando murió Jorge Luis Colorado Mendoza, en el barrio Las Mirlas, según el reporte de la Policía.
Nelly, una mujer desprevenida, madre de tres muchachos, dos en la escuela, y que ayer barría las afueras de su casa, cuenta que el martes hubo dos balaceras, una antes del mediodía y otra a las 2 de la tarde.
"Anoche (martes), después de todo eso, yo no pude dormir pensando en que esos gamines se nos iban a meter al barrio, porque todo este mes hemos estado en las mismas".
Uno de los jóvenes del barrio, que pidió se le reservara el nombre, aseguró que si "la ley" no vuelve al barrio "habrá que tomar medidas".
"Tocará montarse de un fusil", dijo.
Mientras tanto, el coronel Fabio Rodríguez, comandante operativo de la Policía Metropolitana, insistió en que los hechos eran casos aislados y que son "materia de investigación por Policía Judicial, para establecer las causas, el origen de estos disparos".
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