Profesión: carpintero. Señas particulares: calvo desde los 20 años. Nombre de pila: Crisanto Vargas . Nombre Artístico: Vargasvil. Lugar y fecha de nacimiento: El Santuario, el 24 de mayo de 1962.
Sí, Vargasvil, cumplió 50 años de vida y 32 de estar parado en los escenarios, tras los micrófonos y en la televisión robándole risas a la gente.
Ahora, enfocado en su trabajo con la Casa de Crisanto, sigue activo en el mundo del humor con su obra Hombre con hombre.
¿Lo mejor de estos 50 años?
"Haberle podido servir a tanta gente en lo que yo sé hacer. Yo no estudié teatro, ni comedia, ni nada. No soy la madre Teresa de Calcuta , pero calladamente hemos hecho un trabajo social importante, ayudando a otros".
¿Y en lo profesional?
"En 1980 fui finalista del Festival Nacional de la Trova, en el 81 y el 83 fui Rey Nacional de los mentirosos y en el 83 ingresé a la radio y llegó El manicomio y luego Recórcholis. Pero lo mejor, lo más importante, es que eso me sirvió para abrirles puertas a otras personas: a Jeringa, a Diego Duque , a Luz Amparo Álvarez , a Camilo Cifuentes y a otro montón de personas".
¿Siempre quiso ser humorista?
"Nosotros fuimos 24 hermanos y, de todos, yo era el menos llamado a serlo. Nací con una timidez crónica, en la escuela prefería volarme que salir a izar la bandera. La gente cree que yo era una papeleta en el colegio, pero la verdad es que era una reverenda güeva".
¿Y cómo se convirtió en Vargasvil?
"Luego de la muerte de mi papá, por allá en el 72, empecé a hacer fonomímica. Un señor me prestaba los discos y la consola y así arranqué la carrera. Además yo crecí escuchando en la radio La escuelita de doña Rita, a los Tolimenses, a Montecristo y eso fue el detonante, ahí le cogí gusto al humor".
¿Y cuándo llegó el reconocimiento?
"Cuándo me gané el concurso de mentirosos. Tuve tanta prensa que fui botando el miedo y llegué a la radio, con el Manicomio de Vargasvil, que llegó a ser el espacio de humor más importante de la radio".
¿Si hoy tuviera que elegir y repetir entre El Manicomio de Vargasvil y Recórcholis, con cuál se queda?
"Con un Recórcholis bien hecho. El que hicimos era un proyecto de cero presupuesto, con una cámara y un micrófono. La gente me recuerda por esos personajes".
¿Y hablando de personajes, cuál es el que más le gusta? ¿Loco Loco, el padre Tito, don Graciliano...?
"Yo vivo enamorado de todos, pero que disfrute grabando: Pategurre. Él es el personaje que representa la idiosincrasia del paisa. Eso en televisión. Y en el escenario, el padre Tito, que me ha permitido acercarme a un montón de personajes, de Sofía Vergara a Chávez".
¿Y de los que imita, a cuál prefiere?
"Todos tienen su encanto. El primero que imité, en la radio, fue a Belisario Betancur, lo que me valió un llamado de atención de la Presidencia de la República. Cada personaje va teniendo su época. En la televisión fue diferente y ahí Samper fue un papayazo grandísimo. Me acuerdo que Pastrana me decía que no lo iba a poder imitar y ahora ya saqué a Santos".
¿Quién es la persona más charra que usted conozca?
"Yo aprendí que el humor está en lo sencillo. Mi mamá me hace reír mucho, por ejemplo. Esos personajes que de puro ingenuos cuentan sus cosas y me parten de risa".
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