Dos años atrás el implacable frío glacial los había derrotado intentando ascender a los 6.194 metros de altura del pico más alto de Norteamérica y el más helado del mundo: el monte McKinley, en Alaska, donde los 40 grados bajo cero fueron insoportables y los hizo retroceder.
Esta vez, el Denali -como se le denomina a esta imponente montaña blanca, en la lengua nativa esquimal-, fue más benévola y permitió que los expedicionarios colombianos la conquistasen. El miércoles cuando el sol caía en Colombia y el reloj marcaba las tres de la tarde en Alaska, seis gladiadores montañistas colombianos clavaron la bandera tricolor en la cima.
Juan Pablo Ruiz, Marcelo Arbeláez, Juan Pablo Montejo, Álex Torres y Joaquín Uribe, cumplieron el reto que años atrás se habían trazado.
Sin embargo, la gran faena la puede contar Nelson Cardona Carvajal, integrante del elenco nacional, apoyado por Coldeportes-, quien se convirtió en el primer colombiano en condición de discapacidad en alcanzar el pico más alto del Denali. Igual, es el primer latinoamericano que, con su prótesis, alcance las cumbres más altas de cada continente. Y el primero en llegar al Monte Everest.
Su ascenso supuso dificultades extremas porque la montaña se encuentra totalmente cubierta de nieve y hielo. Una de ellas, luchar contra vientos que superaron los 20 kilómetros.
"Hace dos años, cuando emprendimos la primera expedición, las condiciones y el clima no nos permitieron alcanzar la cumbre", cuenta Marcelo Arbeláez.
En aquella ocasión, en pleno verano, el frío superaba los 40 grados centígrados bajo cero, las nevadas y las tempestades eran agresivas y subir las escarpadas montañas en tales condiciones fue frustrante.
Hoy, la historia es diferente. Y el que fue llamado el "sueño de todos" se cumplió.
Nelson Cardona, el más contento tras haber hecho cumbre, reportó ayer con euforia, emoción y alegría, al equipo de la expedición 7 cumbres en Colombia, el importante logro. "Estoy muy emocionado en la montaña de la sexta cumbre, el Denali. Gracias al equipo colombiano que me ayudó a alcanzar este sueño de llegar a la cima del monte más frío del mundo, a 6.194 metros sobre el nivel del mar. Gracias a todos los que hicieron realidad este sueño, gracias a los colombianos. Aquí estamos demostrando que la discapacidad solo está en la mente de los seres humanos".
La odisea aún no ha terminado. Sólo se ha ganado el 50 por ciento. Lo que viene es igual de complicado: el descenso, que empezó a ser abordado ayer mismo. Los expedicionarios deben superar múltiples obstáculos, entre ellos las grandes grietas que presenta esta montaña.
"En las siguientes horas el grupo de seis expedicionarios descenderán hacia el campamento de altura y allí se definirá cuánto tiempo más estarán en la montaña", manifestó Leandro Fernández Romero, asesor en comunicaciones de la Expedición 7 Cumbres Colombia.
Ahora sí, y como lo decía Cheo Feliciano: "humildemente, misión cumplida".
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