Dice una infundada creencia popular en Tanzania que ingerir un brebaje preparado con extremidades, sangre o pelo de albino es una fórmula infalible para atraer riqueza. Y a cuenta de ese mito, Menyasi, de 10 años, presenció como le cortaron de un tajo la garganta a su hermana para llenar con su sangre una vasija y como la mutilaron para hacerse con el botín de sus brazos y sus piernas.
Menyasi comprendió que su propia vida está en peligro, pues al igual que su hermana nació con la maldición que representa tener albinismo en África.
El rumor de la cacería de albinos comenzó a propagarse por el mundo, dejando una estela de perplejidad ante la inverosimilitud de los asesinatos. Cuando las noticias cruzaron el Océano Atlántico y llegaron a oídos de Peter Ash, fundador de la organización canadiense Under the Same Sun, él se lo tomó como algo personal y viajó con su esposa.
Durante los diez días que estuvo en Tanzania se reunió con funcionarios del gobierno y con algunas víctimas, en compañía de la delegación de E.U., Sudáfrica y Tanzania que lo acompañaban. Ash le contó a este diario, en entrevista telefónica, que allí conoció a Menyasi y a dos sobrevivientes: a Mariam, que tenía cinco meses de embarazo cuando le arrancaron los dos brazos y días después perdió el bebé, y a Bibianna, de 13, a quien le cortaron una pierna y no volvió a su casa porque sospecha que su tía estuvo involucrada con el incidente.
Telesphor Magobe, periodista en Dar es Salaam, Tanzania, cubre los casos relacionados con asesinatos de albinos que comenzaron a escucharse a principios de este año, aunque cree que llevaba otros tantos ocurriendo.
Magobe dijo a EL COLOMBIANO que, según datos de la Sociedad de Albinos de Tanzania, más de 35 albinos fueron asesinados en 2008, aunque se cree que existen más casos no reportados. 173 sospechosos, incluyendo cinco altos oficiales de la policía, ya fueron arrestados por este delito.
La maldición de tener poderes
La hechicería es aún una práctica común en algunas regiones de África, y ante la revelación de la poción mágica para conseguir fortuna el tráfico de órganos de albinos alcanzó niveles alarmantes y se extendió a otros países.
En la República Democrática del Congo (RDC), Uganda, Burundí y Kenia, fronterizos con Tanzania, se han reportado casos relacionados con ataques de supersticiosos. Hace poco en la RDC capturaron a un negociante que llevaba en su maletín la cabeza de un albino para venderla. La "cacería" incluso llegó a Nigeria.
Virginia Small, creadora del sitio web Golden Child, conoce una mujer allí que tiene un novio albino y dos de sus familiares, que padecen la misma condición genética, están desaparecidos; y agregó: "Ella me dijo que los albinos viajan en grupos y nunca están solos. Aun así, la gente entra a las casas y los mata en frente de sus familias."
El creciente boom de la industria minera y pesquera en Tanzania alimenta el mito y a pesar de ser un país empobrecido la gente está dispuesta a pagar entre 10 y 20 millones de chelines tanzanos (7.874 y 15.748 dólares) por un órgano de ellos, afirmo Magobe, basado en datos que entregó, la semana pasada, la televisión local.
Durante siglos las personas con albinismo han sido discriminadas en el continente africano. Hace algún tiempo tener un hijo albino era considerado una maldición, ahora su infortunio es ser considerados seres con poderes mágicos que atraen la riqueza y que, por si fuera poco, curan el sida por medio de relaciones sexuales.
"Este tipo de historias no son nuevas en esta parte del mundo y aún aquí son historias tristes. Violaciones, sodomía e incestos son reportadas cada vez con mayor frecuencia por medios locales", dijo Magobe.
Es difícil erradicar esta práctica por la credibilidad de la que aún gozan los hechiceros y la falta de educación. Ash se comprometió a regresar en abril para inaugurar en Tanzania una sede de su organización con vigilancia para los albinos.
Por su parte, Michael McGowan, presidente de la Organización Nacional de Albinismo e Hipopigmentación en E.U., le escribió una carta al gobierno de Tanzania ofreciéndole material impreso para educar al público y le pidió al Departamento de Estado de E.U. investigar estos casos, ellos prometieron reportar los asesinatos al Congreso en su informe de derechos humanos del 2008.
El presidente de Tanzania, Jakaya Kikwete; el vicepresidente, Ali Mohamed Shein; el primer ministro, Mizengo Pinda; líderes religiosos; grupos de la oposición y civiles, condenaron los ataques y pidieron a las instituciones de orden público arrestar a los culpables y ofrecer seguridad adecuada a la comunidad albina; pero esto no es suficiente y mientras tanto los albinos en África se consumen en el infierno que han creado aquellos que los consideran "benditos" y por eso los matan.
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