Era la primera vez que María Luisa Calle y Santiago Botero posaban juntos, pero lo hicieron como si llevaran muchos años en el oficio.
Los dos llegaron a la cita vespertina relajados. Bicicleta en mano bajaron de sus carros, ante la mirada de los compañeros del Área Administrativa de EL COLOMBIANO.
El primero en arribar fue Santiago. Lo hizo solo y con su pinta moderna, de jeans y una camiseta de la ropa Rock & Republic. Quince minutos después apareció María Luisa, acompañada por su inseparable hermana Cristina.
El equipo de producción del que hacían parte el reportero gráfico Juan Fernando Cano y las colegas Juliana Eusse y Beatriz Arango tenían todo dispuesto para que los invitados se vistieran con ropa moderna, para esa carátula de la publicación especial de Juegos Olímpicos.
Los dos no chistaron por nada. Antes por el contrario disfrutaron del hecho de posar juntos. La rubia corredora gozó con su maquillaje y las prendas doradas que desfilaron por sus ojos.
Santiago, todo de negro, con plateados en tenis y cinturón, eludía el susto con las primeras fotos en las que "sostenía" una bicicleta con la frente.
Con el ambiente informal, María Luisa soltaba sonrisas por doquier y el Santi se dejaba llevar por la lente, disfrutando al máximo de la experiencia, poco usual para él. "Botero para allá y María, para acá", era lo que se oía en el auditorio, donde las luces los inundaban entre comentarios sueltos, mostrando que son de carne y hueso, así figuren como campeones mundiales.
Pico y Placa Medellín
viernes
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