Unas 80 personas que vencieron el miedo, la gran mayoría mujeres y niños, marcharon por las principales calles del barrio Caicedo para decirle a los violentos "queremos la paz".
Se sienten aterrorizados por los constantes abaleos y porque la guerra entre combos ya ha cobrado la vida tres personas que no tienen nada que ver en el conflicto, pero que al cruzar fronteras invisibles han sido asesinadas.
"Llevamos más de 15 días en los que no dormimos, en los que nos tenemos que encerrar a las ocho de la noche. Los niños no pueden ir a la escuela y con el comercio cerrado o solo", expresó uno de los marchantes, quien pidió reserva del nombre.
A su paso unos pocos habitantes del sector se unieron a la marcha y desde las puertas de las casas y balcones otros los acompañaron e izaron banderas, sabanas, toallas y cualquier trapo blanco para simbolizar su deseo de no más balas, no más guerra.